El mundo de las empresas atraviesa un proceso de cambio organizacional, este cambio se dispara entre otros motivos a partir del intercambio generacional, el ingreso de las tecnologías y los nuevos valores y tareas que son incorporados por la reconocida generación Y.
Se vive un futuro presente en el que las empresas buscan talentos para puestos que aún no tienen una definición concreta. Nuevos comportamientos de los consumidores llevan a necesidades distintas a las de siempre. La pregunta es ¿Qué es necesario mirar que aun no se ve?
Los valores de los jóvenes que ingresan al mercado y empujan el cambio del que estamos siendo actores y testigos, miran nuevos aspectos de manera más profunda. El cuidado del medio ambiente, la ecología, la responsabilidad social empresaria, el equilibrio entre la vida profesional–personal y, el impacto y apropiación que las organizaciones hacen de las nuevas tecnologías, son dimensiones que cobran importancia a la hora de definir las tendencias en recursos humanos.
Hoy las mejores universidades del mundo, investigan los cambios laborales a partir del impacto tecnológico y las nuevas formas de relacionamiento de las empresas con los trabajadores, los gobiernos y las comunidades. De esto se trata el futuro.
Cuando se busca un profesional, se asume la responsabilidad de ser parte de esta nueva mirada de procesos de trabajo e ingreso a las empresas. Para hacer es necesario saber. Construir puentes entre los talentos y las organizaciones sea cual fuere su perfil es parte del desafío. Acortar la brecha entre las generaciones y los discursos es parte de la tarea. Para ello es necesario conocer y comprender por donde pasan ambas necesidades.
Una de las claves para el 2016, está en “administrar y desafiar al talento”. Se asistirá a la vez que se será parte de cambios estructurales de las organizaciones ,tendientes a mejorar la salud laboral y el equilibrio, en cuanto a carga horaria entre trabajo-vida personal, racionalizar los procesos, las estrategias y las herramientas de marketing.
El foco se centrará en desafiar al “talentos” a nuevas tareas que los inviten a la investigación y al desarrollo de procesos que satisfagan necesidades actuales de una manera innovadora en un mundo de “pensamiento conectado”, científico tecnológico.
Administrar las respuestas de las nuevas generaciones que se comunican con un lenguaje mucho más informal que el que se utilizaba algunos años atrás, entender las competencias de análisis en un candidato que puede escuchar música, hacer una presentación y hablar con su jefe al mismo tiempo y, correr el juicio para poder elegir bajo una nueva mirada para es construir futuro en Recursos Humanos. Lo que viene… Quebrar el molde para andar nuevos caminos.