El codo es una articulación bisagra, formada por el húmero, el cúbito y el radio. Su articulación proporciona una función importante como el enlace mecánico del miembro superior entre la mano, la muñeca y el hombro, por lo tanto es quien permite flexionar, extender y rotar el brazo.
La quiropraxia juega un papel fundamental cuando sentimos dolor y cuando se busca reconocer un des balance biomecánico en nuestro cuerpo, ya que generalmente, cuando padecemos dolores o alguna afección en las articulaciones de las extremidades de nuestro cuerpo, la evaluación no contempla nuestra columna vertebral, generadora, en gran parte de las disfunciones a nivel articular de estas partes.
Las subluxaciones y desplazamientos vertebrales, con compresión radicular, pueden derivar en afecciones articulares de nuestros miembros.
El codo de tenista, también llamado epicondilitis, es la inflamación de los tendones epicondíleos, que son los que unen la musculatura del antebrazo y de la mano con el epicóndilo en la cara lateral externa del codo, siendo esta musculatura la encargada de controlar los principales movimientos de la mano. Cuando se usan estos músculos una y otra vez, se producen pequeñas microlesiones en el tendón. El dolor es producido por la inflación de ciertas partes del codo (tendinitis), que en la gran mayoría casos aparece sin motivo aparente y en personas que no practican dicho deporte. Dicha lesión que puede resultar muy dolorosa.
El codo de golfista o epitrocleitis, se caracteriza por un dolor en la cara interna de la articulación, donde los tendones del antebrazo se unen a la protuberancia ósea en el interior del codo. Dicho dolor y sensibilidad en la parte interior del codo, que puede extenderse a lo largo de la parte interior del antebrazo.
Se puede sentir debilidad en las manos y las muñecas, hormigueo o entumecimiento, y dicha sensación puede extenderse a uno o más dedos, generalmente el anular y el meñique.
El codo de golfista no se limita a los jugadores de golf y también puede observarse en otras personas que tienden a abusar de las articulaciones del codo y el exceso de estrés, pero también puede pasarles a las personas que no practican deportes, pero tienen actividades y ocupaciones que involucran movimientos repetitivos de la muñeca o el movimiento de las manos, pudiendo también desarrollar el codo de golfista.
En ambos diagnósticos, vale aclarar que se llega a las mismas por un “over use”, o sea por un uso excesivo de la articulación del codo que hace que estos dos pequeños reparos anatómicos que son asiento de varias inserciones musculares, hace que se inflama, perdiendo fuerza nuestra mano, alterando la movilidad articular, y por supuesto dolor.
Consejos
Básicamente debemos evitar la excesiva rotación interna y externa del brazo y antebrazo para no recargar la articulación.
Dicha articulación también puede verse influida por los fenómenos degenerativos como la artrosis, que tiende a deformar un poco las superficies articulares. Su movimiento puede generar un pequeño crujido, como arenilla en la articulación es la manifestación de la artrosis, como así también, inflamación de los tendones de los músculos, que pasan por pequeños canales a lo largo de la articulación del codo, hacen que al moverla queden como atrapados con las paredes laterales de los canales que los alojan dando un pequeño resalto y haciendo un pequeño ruido. Tranquilos, en ningún caso los huesos suenan, si las estructuras articulares que la rodean.
El descanso es importante para la recuperación, la inflamación necesitará un tiempo para desaparecer por completo. Para reducir antes la inflamación, es bueno aplicar hielo sobre la zona, durante unos diez minutos, de 2 a 3 veces al día.
Visitar un quiropráctico: El ajuste vertebral específico, no solo localiza el problema sino que es resolutivo, y nos permite comprender como desde nuestra columna vertebral podemos ayudar a mejorar las funciones articulares de todo nuestro cuerpo.
Es de vital importancia un análisis previo para aplicar un ajuste especifico y esto solamente puede hacerlo un quiropráctico altamente entrenado, este cuidado no acepta la idea de buscar que la columna haga ruido ya que ello lejos esta de reducir una subluxación: el ruido no es garantía de corrección y menos son los movimientos de rotación sobre nuestra columna . Los ajustes son naturalmente específicos sin rotación, buscan deslizar la vertebra por los planos fisiológicos naturales de la articulación, carillas articulares, es con mínima fuerza y gran velocidad.