La clave del éxito de ambas plataformas está en su oferta de contenidos y la identidad que han creado vinculada a ellos
En el reparto de quién importaba en el mundo del streaming, estaba bastante claro que el mercado tenía un ganador bastante claro y bastante incuestionable. Era Netflix, que había en cierto modo inaugurado la categoría y la había convertido en lo que ahora todos tenemos muy claro. Su influencia en la cultura popular era muy elevada. De Netflix venían los grandes éxitos y lo que todo el mundo parecía querer ver. Netflix marcaba el ritmo.
Y esto ocurría de forma más o menos clara hasta que Disney anunció que lanzaba su propio servicio VoD y lo presentó al mundo. Primero llegó a un par de países muy limitados, pero el tirón de Baby Yoda, el así bautizado por internet protagonista de The Mandalorian, uno de sus estrenos, hizo que se hiciesen virales. Ahora, la plataforma está presente en muchos más países. A muchos mercados de Europa llegó, de hecho, en medio del confinamiento por el coronavirus, lo que hizo que tuviese todavía más tirón a la hora de llegar al público.
El éxito de Disney+ – a pesar de que de la plataforma está muy orientada al público familiar y deja un poco sin contenidos a otro tipo de usuario, el que sí tiene qué le interesa en Netflix – ha demostrado el poder de una marca conocida y querida. Los consumidores ya han prestado atención a Disney + porque la compañía detrás del servicio era Disney, la reina de los contenidos durante tantas décadas.
Dinsey ha presentado recientemente resultados, unos datos vinculados al primer trimestre de su año fiscal y que se han visto golpeados por la ausencia de grandes estrenos de cine en Navidad. Los beneficios de Disney durante el trimestre estuvieron solo en los 17 millones de dólares, frente a los 2.110 millones del mismo período durante el año precedente. Sin estrenos en cines y con los parques cerrados, Disney pierde algunos de sus grandes motores de ingresos y beneficios.
Sin embargo, los datos de su nuevo servicio están lejos de ese pesimista resultados. A Disney+ le va muy bien. Ya tiene 94,9 millones de suscriptores, frente a los 73,7 millones que tenía en el final del trimestre previo. La plataforma es, de hecho, donde ahora mismo se posan todas las miradas y en la que se centran los analistas.
¿Va a ser Disney+ capaz de compensar todo lo que la compañía está perdiendo en otras áreas? Y, sobre todo, ¿se va a convertir en el motor del mercado del streaming, en la gran ganadora en el futuro próximo desplazando a los grandes players ya existentes?
El sorpasso será en 2026
Los analistas han puesto ya fecha al momento en el que Disney+ adelantará a Netflix: según Digital TV Research será en 2026. A cinco años vista, la plataforma VoD tendrá a nivel general más subscriptores que Netflix. En ese año, alcanzará los 294 millones de subscriptores en todo el mundo, frente a los 286 millones que se espera que tenga entonces Netflix.
Aun así, país a país, Netflix seguirá ganando. Disney+ solo logrará superarlo en la India, donde Disney+ está vinculado a un gigante de la distribución de contenidos y tendrá 98 millones de usuarios. Netflix, que navega solo, estará en los 13 millones.
Aunque Disney+ gane en términos de usuarios, no lo hará en ingresos. Digital TV Research apunta que en 2026 Disney+ ingresará en todo el mundo 20.760 millones de dólares frente a los 39.520 millones de Netflix.
La clave, tanto para unos como para otros, estará en los contenidos que presentan. Las dos plataformas tendrán que seguir apostando por los contenidos propios para llegar al público, conectar con él y fidelizarlo de forma clara. Es en la calidad de los contenidos y en su diversidad donde están las bases que explican sus vínculos con los usuarios y su capacidad de captación de suscriptores.
Fuente: Puro Marketing