Cuando un vendedor nos está ofreciendo un producto sin ningún valor valiéndose de su verborrea para resaltar unas cualidades falsas o inexistentes, decimos que “nos está vendiendo humo”.
Muchas veces presumimos de que a nosotros nadie nos vende humo y en cambio estamos pagando por otros productos o servicios que realmente tienen el mismo valor que el humo, es decir, ningún valor.
Vender humo es un arte, existen grandes expertos en la venta de humo y en España podemos “presumir” de tener una gran cantera de vendedores de humo, sobre todo en los últimos años,…
“La venta de humo” ha sido culpable de las mayores crisis de la historia: “venta de derechos de compra sobre tulipanes” (Holanda 1636-1637), “Compañía de los Mares del Sur” (Inglaterra 1720), Crack del 29 y por supuesto de las crisis más recientes.
Cuando estuve en Jordania, comprobé in situ el gran negocio que hay creado en torno al Río Jordán: jabones, cremas, barros,… pero lo que más me chocó fue la venta de estuches muy bien presentados que incluían agua del río Jordán, aceite de Olivo de Galilea, Incienso y Tierra de Jerusalén,… sí, vendían tierra. En aquel momento fui consciente de que si alguien es capaz de vender tierra con éxito se puede vender cualquier cosa, incluido el humo.
El humo no se vende sólo a particulares, las empresas también compran humo, los bancos son expertos en la compra-venta de humo e incluso los estados gastan millones de euros en la compra de humo.
El humo, igual que el diablo, se puede materializar de mil maneras diferentes: en forma de idea, de patente, de proyecto, de derechos futuros, de acciones, de servicio, de producto milagro e incluso en forma de estrella o parcela en Marte.
Resulta que más de 2,5 millones de familias ya se han comprado una parcelita en Marte para ir los fines de semana por un valor de más de 1 millón de dólares, y eso que la compra-venta de propiedades fuera de la Tierra es ilegal según un tratado firmado en 1967.
Dennis Hope, uno de los mayores vendedores de humo de la historia y fundador de Lunar Embassy, asegura que todos los planetas del Sistema Solar salvo el Planeta Tierra son suyos y por lo tanto puede vender tantos terrenos como quiera. Esta peculiar empresa ya ha vendido parcelas en la Luna y en Marte en más de 180 países.
Si lo que queremos es “comprar” una estrella la competencia es mucho mayor, ya que existen innumerables empresas que viven del negocio de éste “intangible” (nunca mejor dicho,…).
Lo más curioso de todo es que hay grandes profesionales que se dedican literalmente a la venta de humo: humo para discotecas, humo para películas e incluso a vender felicitaciones dibujadas con humo en el cielo. Debe ser extraño presentarse en jornadas de Networking como “vendedores de humo”,…
Contestando a la pregunta de cuánto vale el humo, me sirve la respuesta que dí sobre cuánto vale mi web: “lo que alguien esté dispuesto a pagar” y en el caso del humo hay gente que está dispuesta a pagar mucho dinero,…
Por último, me gustaría destacar que mientras haya alguien dispuesto a pagar por el humo, siempre habrá vendedores de humo,…