En 2009 la compañía de Elon Musk tenía un serio problema de liquidez, incluso ocupando todo el dinero que tenía. En esta oportunidad Daimler ingresó como accionista de la compañía aportando 50 millones de dólares.
De hecho, sin este aporte, el fabricante de automóviles eléctricos habría fracasado. Hecho que reconoció el propio Elon Musk. Para Daimler tener un porcentaje de Tesla también era significativo puesto que así podía lanzar los Smart ED y el nuevo Clase B eléctrico.
Con el tiempo Tesla ha logrado afirmarse y para Daimler ya no es estratégico mantener su parte de la torta en Tesla Motors. Por esta razón, los alemanes anunciaron que venderán su participación en Tesla por ingresos cercanos a los 780 millones de dólares, ganando 730 millones, indica Autoblog.
El objetivo de Daimler es “utilizar este dinero para reforzar la posición económica de Daimler”. Lo que en su momento pareció una de las operaciones más arriesgadas de la industria automotriz se transformó finalmente en uno de los mejores negocios para la compañía alemana.