Cada vez más empresas organizan eventos de fin de año, en muchos casos en salones, con un servicio de catering, bebidas, show y hasta baile.
¡Cuidado!
No crea que porque el contexto es diferente, puede tomar alcohol sin medida o hacer chistes desubicados, por ejemplo.
Aunque esté en una fiesta no vale todo, porque se trata de un evento de la empresa. Y a su lado estarán las mismas personas con las que usted trabaja todo el año… y con las que debe continuar trabajando mañana.
Es historia conocida: muchos empleados (y también ejecutivos) que guardan las formas en la empresa durante todo el año… en la fiesta del trabajo bajan la guardia, se emborrachan o hacen papelones. Y aunque a la mañana siguiente crean que “fue una tontería” y que ya todo pasó… lo cierto es que el recuerdo de una situación bochornosa dura mucho tiempo, y perjudica enormemente al protagonista, porque frecuentemente se sacan conclusiones sobre su personalidad y valores, basados en lo que demostró al estar desinhibido.
Muchos CEOs, en el momento de contratar a alguien intentan conocerlo bien, para constatar si sus valores y personalidad coinciden con los propios y los de la empresa. Por ejemplo se trata de compartir experiencias fuera del ambiente laboral, invitándolo a comer con su pareja, llevándolo a un evento deportivo, o a tomar algo. Estas salidas sociales resultan formas de conocer a alguien más allá de la fachada que pueda exhibir, en la que generalmente muestra lo que percibe que el CEO quiere ver.
La realidad es que – aunque no sea correcto – la mayoría de nosotros juzgamos a la gente por cómo se comporta cuando esta desinhibida.
Si usted se descontroló y protagonizó un papelón en la fiesta de la empresa, puede tratar de “limpiar” su imagen haciéndose cargo del incidente, hablando del tema con quien corresponda y pidiendo perdón a quien resulte pertinente.
Sea conciente de que los demás van a prestar atención a sus próximos actos.
Esto presenta una oportunidad para demostrar sus verdaderos valores y personalidad.
Y si el de los “excesos” es algún superior o jefe… debe tener en cuenta que cuanto mayor el cargo, mayor la responsabilidad. Los demás empleados actúan en consecuencia con lo que ven y si no damos el ejemplo, no podemos exigir que los demás hagan lo mismo.
Durante todo el año, hay tanto que hacer que quizá no puede conversar con sus compañeros de trabajo, pero en la fiesta de la empresa pueden ambos tomarse un respiro y apreciarse mutuamente. Aproveche para tratar de conocer mejor a la gente con la que trabaja, y fortalecer lazos dentro del equipo.
Finalmente, piense que esas fiestas son el único momento del año donde el objetivo central de toda la empresa es pasarla bien, celebrar que estamos juntos, que tenemos salud y que lo que nos agrupa es la decisión de invertir tiempo y energía en un trabajo específico, para bien de todos.