El próximo 12 y 14 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Obesidad y el Día Mundial de la Diabetes respectivamente. ¿Qué es la diabesidad? ¿Qué complicaciones genera? La nueva epidemia que no debemos perder de vista.
La diabesidad es el término que se instaura hace muy poco tiempo para referirse a la presencia de diabetes tipo 2 en personas obesas, una coexistencia de dos enfermedades muy negativa para la salud que va en ascenso y alerta a la población médica por el impacto que está generando en nuestros pacientes, lo que implica a largo plazo una reducción de la calidad de vida por las severas complicaciones que puede generar y una disminución de la esperanza de vida en general.
La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre la energía consumida y la gastada. En el mundo moderno, se ha producido un cambio que predispone al aumento marcado de peso en la población basado en un incremento en la ingesta de alimentos hipercalóricos que son ricos en grasa, sal y azúcares pero pobres en vitaminas, minerales y otros micronutrientes indispensables para vivir. Esta transición alimentaria se acompaña de un descenso en la actividad física que establece al sedentarismo como con hábito muy típico de vivir, generado por el trabajo, la inseguridad, por los nuevos modos de desplazamiento y una creciente urbanización.
En Argentina, el primer relevamiento a nivel nacional fue la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en el año 2005 por el Ministerio de Salud de la Nación. Dicho estudio arrojó que un 34,5% de la población adulta tenía sobrepeso y el 14,6% obesidad. Este estudio se repitió en el año 2009 y en el 2013, aumentando de manera alarmante la prevalencia de sobrepeso a 37,1% y de obesidad a 20,8%, es decir que el 57,9% de la población de nuestro país tiene exceso de peso.
Por otro lado, la diabetes se ha convertido en una epidemia mundial relacionada con el rápido aumento del sobrepeso, la obesidad y la inactividad física. En el mundo hay más de 347 millones de personas con diabetes, y es una de las principales causas de enfermedad y muerte prematura en la mayoría de los países, sobre todo debido al aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares que conlleva. Un 50% de los pacientes con diabetes mueren de enfermedad cardiovascular, principalmente cardiopatía y accidente cerebrovascular (ACV); además constituye una de las principales causas de insuficiencia renal. En nuestro país, el sobrepeso y la obesidad explican el 44% de la carga de diabetes y la última encuesta del 2013 mostró una prevalencia de diabetes en la población total de 9,8%.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cantidad de diabéticos en el mundo se cuadruplicó desde 1980, en el 2012 fallecieron 1,5 millones de personas como consecuencia del exceso de azúcar en la sangre y, según estas proyecciones, la diabetes será la séptima causa de muerte en el 2030 y más del 80% de las muertes de este tipo se registran en países de ingresos bajos y medios. Prevenir y combatir el sobrepeso y la obesidad es la clave para evitar no solo el desarrollo de la diabetes, sino de muchas otras enfermedades relacionadas con el exceso de peso.
Las medidas indispensables tanto para la prevención como para el tratamiento de la diabesidad son: la pérdida de peso y la práctica regular de ejercicio físico. Incluso una pérdida moderada de peso provoca una considerable reducción de la resistencia a la insulina, mejorando la capacidad del organismo de asimilar la glucosa y el metabolismo en general.
Una reducción de entre el 5 al 10% del peso corporal en un período aproximado de doce meses, otorga beneficios concretos para la salud, tales como mejoras en la presión arterial, descenso del colesterol y glucosa sanguínea. Aunque el descenso del 5 o 10% no sea suficiente para terminar con el sobrepeso u obesidad, ayuda a disminuir el riesgo de contraer enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes, la obesidad, la hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Es nuestro deber de todos los médicos, informar a la población sobre ésta fuerte y creciente asociación, educarlos, tratarlos y acompañarlos al cambio de vida de manera paulatina, logrando que cada una de las metas que se propongan sean alcanzables y sostenibles en el tiempo. La contención emocional y psicológica del equipo tratante suele ser muy importante para el éxito del tratamiento en éstos pacientes y de mucha ayuda para instaurar una nueva vida que los sane.