Lo primero que debemos señalar es que en el contexto que estamos viviendo, gana el que menos pierde. Ya se sabe que cuando hay un proceso inflacionario gana el Estado que a través del IVA se lleva la inflación, y luego las compañías que son grandes formadoras de precios. Pero para el común de las personas el solo hecho de preservar los ahorros, ya significa estar ganando. Luego, podemos analizar lo que está pasando con los distintos instrumentos disponibles para invertir.
En relación a las acciones, muchas empresas perdieron en las últimas semanas buena parte de las ganancias que habían acumulado.
Para los próximos meses, hay una oportunidad interesante a mediano plazo en aquellas acciones de empresas que realicen negocios productivos interesantes, como por ejemplo Tenaris o YPF. Como nadie sabe exactamente cuándo es el momento de comprar o de vender, mi análisis es que si las acciones están baratas… hay que avanzar.
Por otro lado puede haber una mayor dosis de riesgo en aquellas acciones que, sin tener un negocio profundo que funcione, suben y bajan de acuerdo a rumores. Tal es el caso de las acciones de las distribuidoras de electricidad. Cuando hay una crisis, suben y bajan en relación al rumor que circule acerca de si van a recibir o no subsidios. El riesgo es que dependen de la especulación del mercado y dependen de cuestiones coyunturales.
Sobre el mercado de bonos, hay que separar el ahorro de la inversión. Ahorro es aquel dinero que tenemos a corto plazo, como 4 o 6 meses, con el que contamos para pagar el aguinaldo o irnos de vacaciones. En estos casos siempre es conveniente pagar lo que se va a consumir. Con el dinero de corto plazo lo mejor es no especular, y si se trata de una pequeña suma para irse de vacaciones, por ejemplo a Brasil, lo aconsejable es ir comprando ahora los reales.
Para un inversor hay alternativas como el Boden 2015. Es una enorme oportunidad, ya que se compran en pesos y el gobierno asegura que el 3 de octubre del 2015 los va a pagar en dólar billete, lo que da una tasa interna de retorno en dólares del orden del 15%, dolarizada. Y si no hay dólares y el gobierno emite un nuevo bono para pagar a los bonistas en el 2015, seguramente va a ser rentable.
Otra oportunidad son los fondos y bonos dólar link, que se constituyen en pesos y se ajustan por la devaluación del dólar oficial, porque si en algún momento hay una corrección fuerte del dólar oficial, esta es una oportunidad de ganancia.
En la renta fija corporativa hay otro horizonte, pero cuando se regularicen las finanzas hay papeles que van a dar un buen dividendo, como nuevamente YPF 2018 o 2020, Arcor en emisiones cortas (hasta el 2020) o IRSA a 2020.
Por último, los commodities en este momento tienen una alta volatilidad, y son para inversores profesionales.
En nuestro país, cuando se habla de commodities nos estamos refiriendo a la soja. Su precio está muy volátil, y en EEUU se espera una cosecha record por lo que es bastante difícil hacer un pronóstico a quien quiere entrar en un pool de siembra.
En cuanto al oro, el precio está en una meseta y sin razones macro para que los inversores lo quieran comprar, con lo cual no se prevé un despegue importante en el precio. En esa categoría habrá que analizar caso por caso, según el horizonte de inversión del inversor y la rentabilidad esperada.