En la sociedad actual existe una gran cantidad de divorcios que dan paso a que muchos padres separados deban festejar su día a solas con sus hijos. En muchos casos ellos deben aprender a equilibrar su tiempo en ocuparse de los niños, las tareas del hogar y el trabajo.
En esta ocasión, Trabajando.com realizó una encuesta especialmente dedicada a los padres divorciados. Más de 2.500 usuarios en esta situación, opinaron sobre su participación en el mercado laboral y en la vida personal con sus hijos. De los encuestados el 65% sostuvo que no se encuentra separado/divorciado, mientras que el restante 35% asumió encontrarse en esa situación. Aquellos que respondieron negativamente dieron por finalizado el proceso de respuesta.
Dentro del 35% de los padres divorciados, el 75% afirma que no vive con sus hijos, en tanto un 25%. Si bien lo en la mayoría de los casos, es razonable que las madres vivan con sus hijos, es sorprendente que la cifra de aquellos papás que comparten el techo con los niños sea un cuarto del total.
Por las obligaciones cotidianas o por los acuerdos entre las partes es probable que los padres no puedan compartir todos los días con sus hijos, por eso se les pregunto sobre cuán seguido están con ellos. Un 50% afirma verlos entre 1 y 3 días por semana, un 24% más de 5 días a la semana, un 16% cada 15 días y por último, un 10% una vez por semana.
Hay veces que simplemente el dinero no alcanza, y así lo aseguró el 47% de los padres al responder si lo que gana actualmente en su trabajo le alcanza para pagar el día a día tanto de su hijo como de él mismo. Un 42% dice que le alcanza el sueldo, pero con lo justo y finalmente un 11% dice que le es suficiente y que además, se puede dar sus gustos.
Si bien no es saludable trabajar mucho tiempo extra, cuando el dinero no alcanza se puede recurrir a diferentes alternativas para poder generar un mayor ingreso. Para algunos padres una opción puede ser trabajar horas extras, aunque un 35% asegura que no lo hace. Mientras tanto un 29% lo hace siempre, un 27% la mayoría de los días y un 9% casi nunca.
Pablo Molouny, gerente general de Trabajando.com Argentina, señala: “Trabajar y al mismo tiempo estar pensando el poco tiempo que comparten con los hijos, es una práctica que lleva a un mayor estrés y a un descenso de la productividad de las personas dentro de la empresa, porque, mientras desempeñan su trabajo, los trabajadores están inquietos por las funciones de asistencia que deben prestar a sus hijos y que no están pudiendo cumplir. Es necesario encontrar un equilibrio, ya que finalmente, si no se logra, ninguna de las dos tareas se cumplen correctamente”.
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