Según un estudio, solo un 9 por ciento piensa que las prestaciones de seguridad, salud y educación del Estado son muy buenas.
La seguridad, la salud y la educación pública dejan disconformes a una mayoría de los argentinos. Así lo afirma un relevamiento de la consultora CIO, de la que se desprende que más de dos tercios de los consultados no consideran a esos servicios públicos como buenos. Mientras un 36 por ciento los califica como malos y otro 31 por ciento como regulares, solo un 22 por ciento los cree buenos, y nada más que un 9 por ciento los considera muy buenos.
Entre quienes son más críticos de la calidad de escuelas y hospitales públicos, entre otras dependencias, hay diferentes opiniones en lo que respecta a las causas. Entre quienes calificaron a los servicios de seguridad, salud y educación como malos, un 39 por ciento de los consultados atribuye la responsabilidad de esa situación a la corrupción política, mientras que un 21 por ciento se la asigna a la ineficiencia.
Por otra parte, un 18 por ciento piensa que la calidad de los servicios se debe a que a los políticos solo les importan las elecciones, y otro 16 por ciento cree se debe a que no les importa la gente.
Sin embargo, si se tiene en cuenta la preferencia política de los consultados, la calificación sobre los servicios públicos de seguridad, salud y educación varía. Tanto entre quienes son partidarios de que haya un cambio en la gobernación de la mano de Mauricio Macri como entre quienes quieren lo mismo pero a través del triunfo de Sergio Massa, las opiniones son similares. Más de la mitad considera malos a los servicios provistos por el Estado; entre un 33 y un 35 por ciento los cree regulares; cerca de un 8 por ciento opina que son buenos, y solo cerca de un 2 por ciento los considera muy buenos.
Aquellos encuestados que apoyan la idea de que Daniel Scioli continúe el modelo de administración pública actual tuvieron una visión más positiva de la calidad de las prestaciones públicas: solo un 6 por ciento afirmó que la seguridad, la salud y la educación pública eran malas. Por su parte, un 22 por ciento calificó a esos servicios como regulares; un 44 por ciento dijo que eran buenos, y otro 23 por ciento, muy buenos.
Al ser preguntados sobre en quién recae el pago de los subsidios en transporte público, luz, gas, agua y otros servicios, siete de cada diez encuestados creen que todos los argentinos los pagan, hasta quienes no los usan. Para un 13 por ciento, solo los pagan quienes hacen uso de ellos, y un 3 por ciento piensa que de ese monto se hacen cargo los empresarios.