Hubo un momento en que la creatividad argentina se destacó en el mapa mundial. En plena devaluación del peso argentino, la conveniencia económica originó una catarata de ofertas para trabajar mirando al exterior. Por suerte, esa explosión que se dio hace ya varios años fue mucho más que un suspiro primaveral. De allí a aquí, los negocios con el exterior se asentaron y crecieron. Y, así, aunque el cambio dejó de ser tan favorable para quienes contratan desde otros puntos del planeta a creativos argentinos, las propuestas siguen multiplicándose. Saber generarlas y cuidarlas requiere compromiso y una serie de ítems a saber.
Por empezar, interiorizarse, conocer la idiosincrasia del lugar.
Aunque vivimos en un mundo globalizado y en muchos casos podemos utilizar un lenguaje universal, es imprescindible conocer a quiénes les hablamos.
Aunque esto no es una novedad. No hace falta salir al exterior. Por ejemplo, nosotros trabajamos para afuera para una empresa del rubro de la medicina. El haber trabajado con otros clientes del mercado local en el mismo rubro fue esencial e hizo que no fuera una novedad.
Aunque casi todo el mundo se maneja en inglés, a veces el idioma puede ser una barrera. Si esto está superado, hoy en día con las posibilidades tecnológicas de los celulares, conferencias vía web e internet es casi lo mismo que el cliente esté en Palermo o en Estados Unidos.
En cuanto a la logística. Generalmente las empresas que ofrecen servicios no tienen que preocuparse por este problema. Un buen servicio de correo puede solucionar la entrega de material impreso, si fuera necesario. Conocer de antemano los servicios de este tipo de empresas puede ser útil y ayudar a resolver urgencias de último momento.
¿Cómo conseguir los clientes afuera? He aquí el quid de la cuestión.
Uno puede dar a conocer sus servicios por las vías tradicionales, como puede ser Internet. O tener una persona de confianza afuera que oficie de contacto en el país donde se quiere brindar el servicio, lo que, por supuesto, tiene un costo muy alto. La gran diferencia y el obstáculo más difícil de sortear seguramente sea ese: el de conseguir efectivamente un cliente. No hay grandes chances de moverse por contactos como se puede hacer en el país de origen. Por lo menos no al comienzo, antes de lanzarse a trabajar para el exterior.
Argentina está entre los países que mejores servicios y calidad de servicios creativos y de comunicación brinda. Lo importante es tomar el trabajo con mucha responsabilidad y cumplir con lo pautado. No hay que olvidarse que si bien la calidad de trabajo puede ser superior, hay que justificar el por qué se elige a una compañía que está a miles de kilómetros de distancia.