El Audi R8 ya conoce su segunda generación y como saben, en esta nueva entrega, el motor V8 de 4,2 litros ha desaparecido debido a la falta de interés por los clientes. Con esta salida la oferta del deportivo se reduce a dos versiones, el R8 V10 de 540 caballos de potencia y el R8 V10 Plus de 610, siendo éste último el encargado de coronar la gama. Con estas cartas sobre la mesa y con la que está cayendo muchos no pudemos dejar de preguntarnos si la compañía no se plantearía ofertar alguna alternativa sobrealimentada. La respuesta fue afirmativa pero, después de algunos meses ahora sabemos que si llega, lo hará en un futuro incierto.
CarAdvice ha tenido la oportunidad de conversar con Jurgen Konigstedt, jefe de desarrollo de los motores V6, V8 y V10 de Audi, y el mismo ha sido tajante con el tema, el V10 que impulsa al modelo tiene suficiente potencial por el momento. Konigstedt ensalza las virtudes del R8 como son su sonido o su respuesta al acelerador incluso cuando nos acercamos a la parte roja del cuentarevoluciones. Unas sensaciones que encontramos en el de Ingolstadt gracias a su mecánica de aspiración natural de 5,2 litros.
Del mismo modo, estas declaraciones chocan con los últimos rumores que habíamos escuchado en los que no situaban al V10 del que hablamos como el motor escogido para instalar un sistema de sobrealimentación. Estos informes en cambios apuntaban al 2,5 litros de cinco cilindros que hemos podido ver en el Audi TT clubsport turbo o incluso a un V6 biturbo. Una opción que si llegará se colocaría por debajo de los V10 para convertirse en el motor de acceso a la gama R8.
Al margen de motorizaciones en la conversación con Jurgen Konigstedt también se habló acerca de las caja de cambios y de si el Audi R8 podría disponer de otra transmisión. A esta pregunta el de Audi contestaba que por el momento la caja de doble embrague que gobierna el V10 del deportivo continuará como única opción.