Inicio Empresas y Negocios El código de barras cumple 30 años

El código de barras cumple 30 años

GS1 Argentina celebra sus tres décadas de desarrollo de estándares que revolucionaron la manera de comercializar en el país.


Al servicio de la cadena de valor: eso es lo que resume el espíritu de GS1 Argentina, la organización líder en el desarrollo y la implementación de Estándares Globales para la identificación y captura de información de productos, bienes y servicios de todas las cadenas de Valor, que cumplió sus primeros 30 años en el país.

“Los aportes de GS1 Argentina a las cadenas de valor de sus asociados han permitido simplificar las etapas operativas, reducir costos y mejorar en eficiencia y servicio al consumidor. Sus principios de neutralidad, integridad y sin fines de lucro han trazado ese camino. Hacia el futuro, con un consumidor cada vez más demandante y una tecnología que se desarrolla sin límites, trabajamos activamente para seguir siendo un sistema de vanguardia”, dijo Rubén Calónico, gerente general de GS1 Argentina.

“En esta última década hemos podido alcanzar un alto nivel de crecimiento en la organización, incorporando nuevas Soluciones centradas en la trazabilidad, la eficiencia en la presencia en góndola y documentos estándares, brindando servicio a nuevas comunidades como el Sector Salud, Agropecuario y Gobierno”, agregó Alejandro Rodríguez, presidente de GS1 Argentina.

El primer código de barras

El comercio evolucionó tanto desde la época del trueque a la del comercio electrónico que resulta increíble pensar en ello: desde los comienzos de la historia, el intercambio comercial fue orientándose hacia la mejora de los

servicios, para complacer las exigencias de los clientes y fidelizar a los más difíciles. A mediados del siglo pasado, se produjo el gran cambio: pasar de la tarea manual a la automatización de la información en todos los puntos de una cadena.

¿El motor? El código de barras, un símbolo que se estableció como un lenguaje único para la economía globalizada.

En junio de 1974, la cadena estadounidense Marsh recibió el primer producto con un código de barras: una caja de paquetes de chicles Wrigley’s Juicy Fruit. La estandarización se produciría tanto en Estados Unidos como en Europa, donde se lanzó el EAN (European Article Number) de 13 dígitos, que se estandarizó en 1997 a nivel global.

Código: los orígenes en Argentina

En Argentina, a través de la Cámara Argentina de Supermercados –constituida en 1961- se gestionó en 1984 la incorporación del país como Organización Miembro para lograr la difusión y el desarrollo del código de barras. Se constituyó así la Asociación Civil Argentina de Codificación de Productos Comerciales –Código-, a la que se asignó el prefijo 779, que aún nos identifica.

El primer producto que contó con un código de barras fue el jabón en polvo Duplex, identificado por Alejandro Llauró e Hijo. A partir de entonces, el consumo masivo adoptó los estándares GS1 como lenguaje común de comercialización. Treinta años más tarde, GS1 Argentina ha sumado diversos sectores y servicios a su comunidad de afiliados, y ha logrado proveer a cada uno de las soluciones requeridas.

En la década del ’90, Código trabajó para alinear a la Argentina con el mundo: originó un Catálogo Electrónico (DATA.COD) que posibilitó el intercambio de información sin errores. El nuevo siglo estableció otro desafío: el Estudio de Faltantes de Mercadería en Góndola (FMG), que apunta a detectar las causas por las que el consumidor no encuentra el producto en su lugar en el momento de la compra.

GS1: el desafío del siglo XXI

En 2005, tras la fusión de EAN International con el Uniform Code Council (UCC), la entidad se globalizó y se transformó en GS1, un estándar global con un nuevo nombre y un único lenguaje a nivel mundial.

En GS1 Argentina, con un centro de desarrollo que incluye no sólo el sector de consumo masivo sino también el textil, el del cuidado de la salud, producción y almacenamiento, tres grandes entidades gubernamentales adoptaron sus estándares para implementarlos en nuevas aplicaciones:

-AFIP: En 2010 se puso en marcha el Proyecto Matrix, para optimizar la gestión fiscal mediante la utilización de la Factura Electrónica, que lee los códigos de GS1 que se interpretan para determinar qué producto se vende y su precio en todas las etapas.

-ANMAT: En 2011, entró en vigencia un sistema de trazabilidad de medicamentos que apunta a contrarrestar el impacto negativo que el comercio ilegal de esos productos representa. El estándar permite identificar cada producto, desde el laboratorio hasta el paciente, con un número de serie único para su seguimiento en todas las etapas, incluso en productos implantables.

-SENASA: En 2013, el organismo a cargo de la calidad agroalimenaria estableció como obligatorio el sistema de trazabilidad que usa los estándares GS1 y determina que los productos deben estar identificados con un código único (GS1-128 o GS1-Datamatrix), que permite rastrear información en toda la cadena de suministro.