El comprador nunca olvida. Es por ello por lo que debes ayudarle, además de intentar evitar las situaciones incomodas.
Si ayudas al comprador a tomar la decisión de compra que mejor se adapte a sus necesidades, éste estará contento ya que le habrás ahorrado no solo tiempo sino un largo proceso de investigación. Pero cuidado con esto, puesto que si le incitas a adquirir tu producto, aun sabiendo que no es el que necesita exactamente, el rencor estará asegurado. Los consumidores tienen muy buena memoria, mejor aun cuando se trate de malas experiencias con las marcas.
Esto nos lleva al segundo caso, en el que las marcas acaban involucradas en situaciones incomodas, resultado de malas conductas empresariales. Los consumidores descubren siempre la verdad y cuando esto ocurre las que más pierden son las marcas. Exactamente por esa razón, no se aconseja recurrir a los engaños o a tácticas que confundan al comprador.
Por otro lado, debemos hablar del servicio de atención al cliente. Se trata de un momento que casi siempre está enlazado a problemas relacionados con el producto o servicio. Los profesionales que entren en contacto con el cliente deben tener la formación necesaria, además de ser capaces de tranquilizar al consumidor y ayudarle. Si el trato supera las expectativas del individuo, dando la mejor solución posible, el éxito está asegurado. Todo podrá ser olvidado y reemplazado con una recomendación.
En definitiva, nunca subestimes la comunicación con el cliente. Debes estar preparado, en todo momento, para ayudar y hacer el proceso de decisión más placentero. Todo esto será recompensado.,