El teletrabajo implica pensar distinto la tarea de todos los días. Es trabajar a distancia en un encuadre definido por el mismo empleado, lo que implica el desafío de enfrentar imprevistos, distracciones y la falta de estructuración del tiempo.
Esta modalidad laboral tiene importantes ventajas que inciden en una mejor calidad de vida. Sin embargo, también presenta algunas complejidades, vinculadas con las distinciones entre la vida laboral y familiar.
Así, veamos un decálogo con pautas prácticas para ayudar al teletrabajador.
1) Separar el espacio
Es aconsejable tener, en nuestro hogar, una zona reservada al trabajo. Si no disponemos de una habitación exclusiva para ello, definamos un área, y recordemos que, cuando estamos en ella, estamos en “modo de trabajo”.
2) Comprender el entorno familiar
Nuestra familia debe ser consciente de que estamos trabajando y debe respetar nuestro tiempo y espacio. En ocasiones, los amigos o la familia creen que el teletrabajo implica una menor carga de tareas. Por ello, es fundamental fijar pautas claras que, preservando la armonía del espacio familiar, nos permitan desarrollar la tarea sin interrupciones.
3) Estructurar el tiempo
Así como es importante tener un espacio de trabajo diferenciado en el hogar, también debemos estructurar nuestro tiempo, para que podamos generar el mismo valor agregado que en la oficina.
4) Agrupar reuniones
Para maximizar el tiempo de trabajo es preferible que todas las reuniones, visitas a clientes o proveedores se concentren en los días en que asistimos a la oficina.
5) Evitar distracciones
Es recomendable que, en el espacio definido en nuestro hogar para desarrollar las tareas laborales, no tengamos elementos personales o familiares que puedan generar distracción y/o dispersión. Es fundamental mantener la concentración en las tareas del mismo modo en que necesitamos todos nuestros sentidos a la hora de estudiar o leer un libro.
6) Aprender a decir “no”
La familia y los amigos deben entender que, si bien estamos en nuestra casa, estamos trabajando. La flexibilidad del teletrabajo no significa que tengamos tiempo extra para ocuparnos de tareas domésticas.
7) Vestimenta
Si bien al trabajar en el hogar podemos utilizar ropa más cómoda, es aconsejable vestirnos como si fuéramos a la oficina. Esto nos ayudará a situarnos en “modo trabajo”.
8) Establecer prioridades
Es importante determinar un orden en las diferentes demandas laborales y establecer una lista de prioridades. Es aconsejable que, en una primera etapa, nuestro superior conozca esta lista y sea consensuada entre ambos. A través del establecimiento de prioridades, podremos asegurarnos de atender las diferentes demandas y no programar tareas que no son urgentes.
9) Establecer metas diarias
A fin de responder a los objetivos consensuados, es importante organizar las diferentes actividades estipulando tiempos de entrega. De esta manera, generaremos el hábito de ajustar nuestras metas a diario.
10) Respetar el tiempo de trabajo
En el tiempo que destinamos a cumplir con los objetivos laborales, es indispensable mantener la concentración, evitando la dispersión ya sea con Internet o con llamadas personales. Nuestra conducta debería ser igual que si estuviéramos en la oficina.