Mal que nos pese, el futuro de muchos de nuestros iconos de las altas prestaciones pasa por la electrificación. Según reporta la revista británica Autocar, el Mercedes-AMG C 63, una de las más icónicas berlinas alemanas de altas prestaciones, será un coche híbrido de cuatro cilindros en su próxima generación. Preferimos decíroslo así, como quien arranca una tirita de golpe, para que duela un poco menos. Decid adiós a los motores V8 biturbo de alto rendimiento, pues sus emisiones son demasiado altas para ser económicamente compatibles con las nuevas normativas de emisiones medias de dióxido de carbono.
Se sabe que en Europa se ha impuesto un límite de 95 g/km para las emisiones medias de los coches vendidos en Europa a partir del año que viene. Esta normativa entra en vigor de forma inminente, y aunque el objetivo de CO2 es algo más alto para marcas como Mercedes, la realidad es que tendrán que pagar enormes penalizaciones por cada coche que exceda sus objetivos. Las consecuencias de esta normativa son duras para los coches de alto rendimiento: o se encarecen de forma espectacular – a razón de 95 euros por gramo y coche que exceda el límite establecido – o reducen sus emisiones.
Muchas marcas están tratando de reducir al máximo las emisiones de este tipo de vehículos para poder seguir vendiéndolos. Otras marcas optarán por dejar de venderlos, simple y llanamente. Es lo que ocurre con el Renault Clio RS, que no tendrá un sucesor en la actual generación del Clio. En cuanto al Mercedes-AMG C 63, los de Stuttgart han optado por una aproximación muy tecnológica. Asociarán el motor M139 de cuatro cilindros a un sistema EQ Boost de hibridación ligera con el objetivo de reducir al máximo su homologación de emisiones, sin perder el rendimiento propio de un AMG.
El motor M139 es ya por todos conocido: es el motor de cuatro cilindros y producción en serie más potente de todos los tiempos y es el corazón de coches como el Mercedes-AMG A 45. En su versión más potente, desarrolla 421 CV – una potencia específica de casi 111 CV/litro – y de la mano de un sistema EQ Boost, podría alcanzar niveles de potencia cercanos a los del actual Mercedes-AMG C 63. El M139 ha sido diseñado para ser montado también longitudinalmente y es 48,5 kilos más ligero que el V8 de 4,0 litros que emplea actualmente el Mercedes-AMG C 63, cuyo peso supera los 200 kilos con holgura.
Su mayor ligereza contrarresta con creces el peso del sistema EQ Boost, comprendido por un motor eléctrico montado entre motor y caja de cambios, y una batería de iones de litio. Esta batería tendría una capacidad ciertamente superior a la de los actuales Mercedes semi-híbridos, que no llegan al kWh en el mejor de los casos. El sistema de recuperación de energía será también de mayor calibre, y se habla de que cada rueda podría integrar un sistema de recuperación de energía, incluso aprovechando el calor generado en las frenadas – algo directamente heredado de la Fórmula 1.
El coche será posiblemente tanto o más rápido que el actual C 63 – la potencia del coche será similar a la del actual – pero desde luego, no sonará tan bien como lo hace el V8 Biturbo. Ahora bien, contará con un sistema de tracción total inteligente, que será capaz de desconectar el eje delantero, posibilitando la existencia de un modo Drift, a través del selector AMG Drive Select. El Mercedes-AMG C 63 compensará con toneladas de la tecnología y avances técnicos la fuerza bruta perdida. Ahora bien, Autocar afirma que perderá la versión familiar, ofreciéndose solo en versiones de cuatro puertas y descapotable.
Fuente: Diariomotor