Por lo general marzo es el mes del año en el que todas las actividades se reactivan, comienzan los ciclos lectivos escolares y universitarios, la mayoría ya se tomó vacaciones y los equipos de trabajo están completos nuevamente. Sin embargo, el tercer mes de 2011 tiene la particularidad de albergar dos fines de semana largos, que dan como resultado sólo 19 días hábiles.
Desde el punto de vista de los Recursos Humanos, los feriados son útiles porque ausentarse unos días de la oficina para dedicarle tiempo a la familia, pensar en otras cosas y realizar otro tipo de actividades, permite recargar energías y volver renovado, para luego retomar las funciones y responsabilidades con mayor entusiasmo, compromiso y motivación.
La productividad y el rendimiento de los empleados es favorecido por los feriados, esto se evidencia cuando al retomar las tareas laborales, los trabajadores lo hacen más motivados y con mayor pro actividad.
El establecimiento de días puente para constituir fines de semana más largos en los casos en que la fecha no laborable caiga en martes o jueves, puede ser provechosa para quienes no tuvieron vacaciones y pueden usar estas interrupciones para el receso turístico, como también para los que viven lejos de su familia y pueden viajar para visitarlos.
Se estima que existe una clara tendencia mundial a realizar mayor cantidad de viajes al año de pocos días de duración con mayor nivel de gasto, en lugar de realizar pocos viajes de más tiempo de estadía. Hoy en día las escapadas de fin de semana son más frecuentes que antes y se debe al frenético ritmo al que se ven sometidos los trabajadores, quienes entre el sábado y el domingo recuperan el aliento perdido.
Desde la óptica de la producción, las interrupciones semanales son temidas. Si bien esta nueva modalidad se hizo efectiva para favorecer exclusivamente al turismo, a la gastronomía y al entretenimiento, es cierto que la industria, la educación, la salud, el sector privado y los servicios estatales se frenan por completo, originando pérdidas en la producción nacional.
Si bien puede suponerse que el mayor tránsito en turismo equilibra los ingresos, la producción nacional se ve afectada porque lo que no se produce, es pérdida. Saber exactamente cuánto se reduce la producción por cada feriado y cuáles son sus consecuencias no es tarea sencilla, ya que se deberían analizar las secuelas cuando ya hayan pasado.
Los feriados de Carnaval, que se derogaron en junio de 1976, si bien afloran un fenómeno cultural hasta ahora perdido, sólo benefician a las provincias como Corrientes y Entre Ríos, que cuentan con murgas y comparsas, dejando de lado al resto de las provincias.
Las interrupciones entre semana no benefician de igual manera a todas las provincias, por ejemplo, Chaco, Catamarca o La Pampa, se ven más perjudicadas por la falta de producción que beneficiadas por el turismo, ya que no son lugares elegidos por los viajeros.
Para Argentina esta situación es atípica, dado que es el primer año con tantos feriados de cuatro días seguidos, por eso, los verdaderos resultados de la poca actividad del mes de marzo se podrán evaluar luego de un tiempo, contando con información sobre las performances las industrias y el sector privado.
En resumen, los feriados sirven para incentivar el turismo nacional y por ende, los trabajadores encuentran los espacios necesarios para despejar su mente, ya sea con actividades recreativas o con mero descanso, pero no hay que dejar de lado que eso sucede a cuestas de la pausa de la actividad industrial, que no tiene manera de recuperar la producción perdida.
Para más información visítanos en www.trabajando.com.ar
