El McLaren 720S estándar es tan extremo como debería ser un superdeportivo preparado para la competición, pero el más reciente 720S GT3X lleva la palabra “extremo” a un nivel completamente nuevo. Basado en el 720S GT3 de pista que compite en numerosas carreras del campeonato GT3 en Europa, Oriente Medio y EE.UU., el GT3X se libera de las limitaciones de las directrices de competición ofreciendo más potencia, más velocidad y más emoción en la categoría de carreras.
No, no puedes usar esta cosa en la carretera. Y no, tampoco se puede correr profesionalmente. Sin embargo, el McLaren 720S GT3X es perfecto para ese encuentro ocasional en un circuito de alta gama o para adornar el escenario en eventos automovilísticos elegantes.
No obstante, las especificaciones y el equipamiento son dignos de mención. El 720S normal ya es una maravilla con su motor V8 de 4,0 litros con doble turbocompresor y 710 caballos. Pero en el GT3X, el V8 recibe turbocompresores más grandes, un nuevo sistema de refrigeración, una culata mejorada y nuevos colectores de admisión. McLaren no tiene conocimiento de la potencia del motor, pero un sistema de empuje disponible permite que el motor produzca 30 caballos más con sólo pulsar un botón.
Calculamos que el V8 está bombeando cerca de 800 caballos en la especificación GT3X, por lo que esperamos cifras de velocidad ridículas. Si tenemos en cuenta que el McLaren 720S coupé de serie pasa de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y alcanza una velocidad máxima de 212 km/h, suponemos que el GT3X tiene suficiente potencia para arrasar a la competencia, si es que la hay.
También tiene el mismo chasis monocasco de fibra de carbono que el 720S de calle y el GT3 de pista. Y a diferencia del GT3, el GT3X tiene asientos para dos personas. En el exterior, el GT3X no se confundirá con un 720S estándar, con su grupo de planos de inmersión y apéndices optimizados para la aeronavegación, especialmente ese enorme alerón trasero.
Por debajo, cuenta con una suspensión activa con amortiguadores ajustables y muelles helicoidales para mantener el conjunto pegado al pavimento. Todavía no se ha anunciado el precio de esta maravilla, pero un McLaren 720S GT3 de carreras para clientes cuesta más de 560.000 dólares. Naturalmente, es de esperar que se pague más por la versión más extrema del impresionante supercoche 720S.
Fuente: Slash Gear