La comunicación a base de talonario y mensajes repetitivos llega a su fin. Las personas quieren hablar con personas. Por tanto, las marcas necesitan humanizarse, cambiar el terreno de juego del “yo te voy a buscar” por el de “te gustará encontrarme”.
Si gestionas una empresa, o un departamento de recursos humanos, es importante tener en cuenta que el mejor activo de comunicación que tienes se llama “mis profesionales”. Si lo prefieres, sigue llamándole “mis empleados”, no importa.
El consumidor no se ha vuelto inteligente ni idiota, se vuelto exigente, inconformista. Para llegar a su órbita tenemos que utilizar un lenguaje distinto, de persona-a-persona, solo así generaremos complicidades, empatías.
El famoso “repetition is reputation” está ya casi enterrado. Ahora, si tienes 500 profesionales, tienes 500 portavoces de marca. Y cada uno explicará la marca según su percepción, con matices, con riqueza cromática; no será un único mensaje, será un único concepto con cientos de formas y contenidos.
Eso a lo que llamas empleados son -te daré una alegría- tus mejores embajadores de marca. Pero solo lo serán si tu quieres y si pones en marcha un programa que combine personal branding con corporate branding que pueda generar nuevos canales internos y externos de comunicación.
El mercado es una gran conversación. Así lo avanzaron cuatro visionarios en 1999, Fredrick Levine, Christopher Locke, Doc Searls y David Weinberger en su “Cluetrain Manifesto”. Ahora el mando a distancia ya no lo tienen entes abstractos llamados “empresas”. Ahora el mando lo tienen las personas, los interlocutores perfectos de una gran conversación que pueden dar o quitar valor a las marcas.
Es un cambio, mirado en la perspectiva de los años, es una revolución. Internet, sin duda, ha tenido mucho que ver en todo esto. La red colaborativa nos ha convertido a todos en periodistas, jueces, fotógrafos, escritores, críticos de cine, críticos gastronómicos, músicos, atletas, nos ha quitado la vergüenza, la timidez, nos ha dado voz propia, la que antes estaba reservada a espacios de pago muy profesionalizados.
Empresario, director RRHH, tienes ante ti una oportunidad única de crear una marca con una voz pero con muchos altavoces. Nadie dice que sea fácil, pero una cosa es segura: si no lo haces tu lo harán tus competidores. Tic, tac, el tiempo pasa