Mientras en Estados Unidos At&T se desliga del negocio de la telefonía pública, en la Argentina nuevos jugadores se suman a este segmento y muestran ganancias, pese a la expansión de la telefonía móvil, que juega como competidor de los aparatos públicos.
La compañía telefónica estadounidense AT&T anunció que a fines de 2008 dejará de ofrecer sus servicios en teléfonos públicos y cabinas, después de 129 años de operar en el sector, ante el auge de los móviles y de Internet.
AT&T, que tiene 60 mil teléfonos públicos en 13 de los 50 estados de Estados Unidos, recordó que este tipo de servicio ha descendido de forma notable en los últimos años y en ese país se pasó de un total de 2,6 millones de cabinas en 1998 a un millón.
En la Argentina hay un total de 115 mil teléfonos públicos y se cuentan unas 100 mil líneas en locutorios, según datos oficiales del mercado, que indican la existencia de un parque estable en los últimos dos años.
Los grandes jugadores en este mercado, Telecom y Telefónica, no indicaron datos concretos de facturación generada por los teléfonos en la vía pública.
Telefónica, según publica en su web, cuenta con más de 21 mil teléfonos de vía pública, que se encuentran instalados en toda su área de operación.
Telecom, según fuentes formales de la compañía, tiene más de 73 mil líneas de telefonía pública desplegadas en la región norte del país y algunas zonas del sur.
“El negocio de telefonía pública mantuvo en los últimos años un nivel de estabilidad sostenido, a pesar de convivir con la explosión de otros medios complementarios de comunicación a la telefonía fija, tales como telefonía móvil e Internet”, apuntaron desde Telecom Argentina.
Además, la empresa adelantó que está “desarrollando un plan de reconversión de los aparatos en vía pública” a fin de “adecuar el parque a la evolución del mercado”.
Pese a la “estabilidad” que señalan las empresas, nuevos jugadores se suman a este mercado, como la empresa Telenet, que recibió a autorización de la Secretaría de Comunicaciones para dar este servicio, según la resolución 193 firmada por el titular del área, Lisandro Salas, y publicada el jueves pasado.
Entre los entrantes al mercado, iPlan se destacó por haber salido al ruedo no sólo con líneas para los locutorios sino con teléfonos y tarjetas con su propia marca.
La empresa desarrolló una estrategia de telefonía pública en los últimos dos años que hoy le permite contar con 650 locutorios clientes que suman tres mil líneas activas y generaron este año una facturación de 26 millones de pesos.
El responsable de telefonía pública de iPlan, Hernán Bonfini, reconoció que en los últimos dos años el negocio se mantuvo estable, debido especialmente a “la expansión de la telefonía móvil y a los incrementos de los alquileres de los locales” dónde montar un locutorio.
“La expansión es menos marcada pero seguimos creciendo”, aseguró el directivo en diálogo con Télam.
Bonfini aseguró que el locutorio sigue siendo una alternativa, en primer lugar para aquellos que “saben que una llamada desde el móvil resulta más cara”.
Añadió que “también está el caso de los barrios donde el robo de cables de telefonía sigue sucediendo, y finalmente, los que encuentran en estos locales un lugar más privado para hablar que la propia casa”.
