¡Tú ya tienes una marca personal! ¿Lo sabías? Tu forma de ser, tus habilidades, tu manera de vestir, tu corte de pelo, lo que comunicas, o lo que no comunicas…, conforman un “todo” que transmite una serie de señales que te identifican y te diferencian del resto. Pero lo verdaderamente importante es reflexionar sobre aquello que te hace realmente útil y único para exprimirlo al máximo. Y este paso previo de autoconocimiento es indispensable, si bien es cierto que una inmensa mayoría se lo saltan.
El motivo es bien sencillo. Nunca antes hemos dedicado ni tiempo ni esfuerzo a nosotros mismos, a conocernos, a pensar realmente en aquello que queremos conseguir, a definirnos como “personas profesionales”. Es muy complicado y no se consigue en 10 minutos. Pero aquí es donde radica el verdadero reto del personal branding y lo que marca la diferencia entre destacar o pasar inadvertido. Una vez que lo tengas claro, tan sólo te quedará la tarea de comenzar tu marketing personal. Y no dejar de comunicarlo nunca.
El perfil perfecto de una Gran Marca Personal
Contador de buenas historias: Escribe tu propio blog. Ya sé que hoy se ironiza mucho con la romería de blogs que se crean hoy en día por segundo y, más aún, con los millones de ellos que se abandonan. Perfecto. Sólo te queda la opción de callar bocas. Si estás convencido, ánimo. Tu blog será el centro de tu estrategia en la promoción de tu marca personal, y deberás nutrirlo de contenido útil para tu sector. Posiciónate como un referente frente a tu competencia no diciendo lo que sabes, sino demostrando que sabes. Tu marca, tanto personal como de empresa, es tu contenido.
Reflexivo y estratega: Decide en qué redes sociales tienes que estar. Y no tomes esta decisión sin reflexionar previamente sobre los objetivos que quieres conseguir y a quién te vas a dirigir. Es muy habitual escuchar que hay que estar en twitter y en facebook porque todo el mundo está ahí. ¿Y qué pasa si tu público objetivo está en pinterest o en google plus? Antes de pasar a la acción, tienes que estudiar, analizar, investigar… Sólo así tu estrategia se diseñará de forma adecuada, lo que te facilitará la tarea de reconducirla si falla. Si no sabes por qué haces lo que haces, será imposible poner remedio a aquello que no funciona y, consecuentemente, te alejarás de tus metas.
Humano: Utiliza tu nombre real. Imprescindible si estamos hablando de marca personal. Tu nombre te hace único y te ayudará a ser recordado. Las redes sociales son, ante todo, conexiones humanas. Y crear y cultivar esas relaciones sociales será un punto decisivo en la consecución de tus objetivos. A este respecto, me llama soberanamente la atención los comentarios de aquellos se refieren al entorno online como si fuera un mundo paralelo. ¡Y es tan real!
Visual: Invierte en tu imagen. Una imagen vale más que mil palabras. Cuida tus fotografías. Si estás leyendo este artículo es porque te preocupa tu marca personal desde un punto de vista profesional. Pues entonces, no escatimes recursos en tener unas buenas fotos que transmitan lo que realmente quieres comunicar. Si buscas posicionarte como un experto en social media, ¿por qué lo primero que pienso cuando veo tu fotografía es que eres modelo?; si eres un experto en comunicación, ¿por qué en lugar de aparecer tú me muestras un huevo? Coherencia. Y utiliza las mismas fotos en todas tus redes sociales porque conseguirás ser identificado mucho más rápido.
Diferente: Encuentra tu valor diferencial, tu ventaja competitiva. Un determinado sector puede estar lleno de grandes profesionales. Pero sólo si descubres lo que te hace diferente y sabes comunicarlo de forma efectiva, llegarás a ocupar un lugar destacado frente a tu competencia. Haz tuya esta frase que tanto me gusta: No seré el primero en llegar, pero sí seré el mejor. Márcate objetivos realistas, alcanzables, pero ambiciosos. El éxito sólo es para los que luchan. ¿Eres tú uno de ellos?
Sin complejos: Si te preocupas más de esconderte para que tu vecino no se percate de lo que compartes en internet, no estás en el sitio adecuado. Tú estás aquí porque tienes algo que contar y unas metas que conseguir. Dedica tu tiempo y tu esfuerzo a este cometido. Los tóxicos, a un lado.
Analista: Todas las acciones que emprendas obtendrán unos resultados, buenos y malos. Analiza tu presencia social, los contenidos que más gustan, las menciones, los perfiles de las personas que te siguen… Y hazlo de forma constante. Te sorprenderás de la información tan interesante que puedes llegar a conseguir utilizando únicamente un excel.
Ambicioso: Si cuando inicies toda esta aventura, no tienes ganas de un poco más cada día, para y piensa. Quizás tu planteamiento estratégico no esté del todo bien definido o todavía no hayas descubierto aquello que te apasiona. Porque cuando llegue ese momento, sólo tendrás ganas de más y más.
¿Preparado? Pues adelántate a tu competencia empezando hoy mismo.