La Asociación Taller Protegido Mi Rincón inició una campaña para sumar socios y empresas que respalden el sostenimiento de la institución pilarense, la cual tiene como finalidad que personas con capacidades diferentes puedan reinsertarse en la sociedad. Mensualmente la entidad necesita más de 14 mil pesos para continuar existiendo.
Desde El Taller Protegido Mi Rincón, se convoca especialmente a empresas que deseen hacerse socias protectoras de la institución, pudiendo obtener reducciones en el impuesto a las ganancias.
Los operarios reciben un monto de $300 por bimestre, que el ministerio deposita directamente en la cuenta de cada uno de ellos. El fin principal de la convocatoria es lograr aumentar el rendimiento económico, de modo que se logre un excedente y pueda pagarse un sueldo digno a los chicos, que contribuya a su inclusión social y a su desenvolvimiento en la vida cotidiana, así como mantener y mejorar las instalaciones y los medios de trabajo.
El Taller Protegido Mi Rincón funciona desde 1996 en la comunidad de Pilar. Este cuenta con un equipo técnico y directivo y dos supervisoras que permanentemente se encargan de preparar y entrenar a los 24 chicos con distintas discapacidades mentales, quienes todos los días de la semana elaboran productos de panadería, comidas, bolsas de plástico y sobres de maderas.
Los trabajadores se dividen en dos talleres, el de bolsas y sobres; y el taller de panadería (en donde se elaboran pre pizzas, tortas y comidas con entrega a domicilio). Los 24 operarios se distribuyen de la siguiente manera: 6 en el taller de bolsas, 12 en el taller de panadería y cocina, y los 6 restantes realizan la toma de pedidos en los diferentes puntos de venta.
El taller se financia a través de la venta de los productos que elabora, las donaciones y la cuota social.
Lo que se busca con las actividades laborales es que la persona con discapacidad pueda realizar un proceso de transformación que va desde la materia prima, a un objeto que será el producto terminado. En este camino es esperable que el sujeto logre cambios en sus niveles de percepción, desarrollo motor, habilidades y destrezas. Esto le permitirá ganar una identidad que les dará una posición dentro de la sociedad. El trabajo tiene un efecto terapéutico y ordenador en su vida cotidiana, y aporta al crecimiento de la personalidad, el autosustento y en definitiva al de un ser independiente; interactuando con otros en este entorno, comienzan a sentirse sujetos activos en sus vidas familiares y sociales. Es decir, se sienten protagonistas y artífices no sólo de su medio económico sino de crear vínculos con otras personas fuera de su entorno familiar.
“No contar con los recursos materiales y humanos para enfrentar la vida cotidiana, cualquiera sea el contexto, es angustiante, cuando a esas limitaciones se le suma la discapacidad es aún más duro. Todos los seres humanos tienen Derechos y las personas que portan alguna discapacidad tiene los mismos derechos fundamentales”, sostienen desde la institución.
Quien desee asociarse podrá hacerlo abonando mensualmente un mínimo de $5.
Para mayor información comunicarse al 02322 427081 / 011 15 56027262 o bien vía e-mail a melinamirincon@gmail.com El mecanismo de asociación es simple, tan sólo hay que completar un formulario de inscripción disponible en las instalaciones del Taller (Lorenzo López 874 –Pilar)