¿El eCommerce es un deporte? Claro que no, aunque… ambas actividades tienen algunas semejanzas.
La mayoría de los deportes se practican con algunos elementos indispensables, como diverso tipo de pelotas, raquetas, palos de hockey o de golf, tacos de polo, etc.
Haciendo una analogía, podríamos decir que para el eCommerce esos elementos son plataformas tecnológicas, herramientas digitales y dispositivos interactivos.
Asimismo, los deportes tienen reglas que se deben cumplir y árbitros que las regulan durante los encuentros o partidos. En el eCommerce, por su parte, existen normas relacionadas con los medios de pago, la seguridad, la satisfacción del cliente, los tiempos de respuesta y entrega, entre otros factores. Para ello, en cada país o región existen cámaras o asociaciones que intentan regular, guiar y gestionar el dinámico y cambiante ecosistema del comercio electrónico.
Siguiendo con este paralelismo entre ambas actividades, los deportistas aprenden a utilizar los instrumentos y siguen las reglas del juego, mientras que en el eCommerce hay equipos que cumplen diferentes roles -desde la gestión de los contenidos a la definición y seguimiento de las campañas de marketing y los precios- que determinan los diferentes segmentos y ofertas. El deportista profesional juega no solo para él, sino también para el público que sus seguidores. El comercio electrónico tiene un mercado al cual debe seducir, vender sus productos y vencer a la competencia.
Existen entrenadores o especialistas en un deporte, que deben guiar, liderar, gestionar equipos de deportistas para hacerlos evolucionar y conducirlos hacia el éxito. En el ámbito del eCommerce existen especialistas que entienden y definen una estrategia, identifican áreas de mejora, definen y aplican cambios para resolver dichos desafíos, lideran y gestionan equipos para llevar adelante lo mencionado y, además, conocen de tecnologías adecuadas para conseguir el éxito en cada caso.
También existen especialistas que están focalizados a temas específicos. Así como en el mundo deportivo el papel de los entrenadores de porteros, los preparadores físicos o los entrenadores de la Liga Nacional de Fútbol tienen una función específica y fundamental, en el entorno del eCommerce los especialistas son imprescindibles para obtener una recomendación específica de usabilidad/UX/CX, de mejoras en la tasa de conversión, de recuperación de carritos abandonados, de campañas de marketing en social media, entre otros muchos aspectos.
Los proveedores de elementos deportivos saben y estudian específicamente como maximizar el potencial del deportista. Esto, en el mundo del comercio electrónico, se aplica a los proveedores de tecnología, quienes se esfuerzan por llevar al mercado soluciones que cumplan con las máximas de flexibilidad, dinámica, gestión, escalabilidad e integración tan demandadas por las organizaciones hoy en día.
Actualmente existen soluciones pensadas para diversas áreas de los negocios, como la gestión de catálogo, de la experiencia del usuario, del comercio electrónico o de la orden o pedido, entre otros aspectos fundamentales que garantizan la satisfacción final del cliente. Es esencial tratar cada solución digital o plataforma por separado, evaluando cada caso como único, para poder determinar cuál es la solución más adecuada a cada necesidad empresarial.
Toda empresa que apueste por el eCommerce debe contar con un especialista en la materia, que posea la capacidad y experiencia como para enfrentar y solventar los desafíos de su negocio. Y por desafío nos referimos a ser capaces de comprender si la compañía necesita un entrenador de equipo o comprar nuevas raquetas – entendiendo éstas como recursos o tecnología para mejorar su negocio-, y si es así ¿qué raqueta?, o sólo mejorar su golpe o efecto en el mercado.
En cualquier caso, un especialista en comercio electrónico debe ayudar a la empresa a diagnosticar y recomendar el camino hacia la mejora empresarial de los negocios. Para ofrecer estos servicios, es importante que haya un grupo de especialistas capaces de dar respuesta tanto a desafíos específicos como globales.