Hasta hace no mucho, vender implicaba saber comprar mercadería o producirla, localizarse y comercializarla.
El cliente iba en búsqueda del producto (ya sea por proximidad, o por necesidad y deseo de algo específico) y el comerciante garantizaba contar con el stock necesario para satisfacer esos requerimientos, o disponer del bien para determinada fecha.
El comerciante se hacía responsable hasta que el bien comercializado traspasaba la puerta de su local o depósito.
Con Internet y todo su potencial, eso esta cambiando.
Hoy el comprador adquiere desde la comodidad de su computadora o teléfono, puede estar ubicado donde quiera y pide que le envíen sus compras a cualquier sitio.
Por eso, el comerciante se vio obligado a requerir soporte logístico para poder concretar sus ventas. Y el operador logístico pasó a ser un proveedor clave para los comerciantes que pretenden abastecer a este comprador 2.0.
Por otro lado, el cliente ya no es conocido y el contacto se limita, en el mejor de los casos, a un chat o un llamado telefónico confirmatorio de una transacción ya efectuada.
Ahora bien: ¿qué debe saber de logística un emprendedor, antes de comenzar?
Realizando un análisis/investigación bidireccional, en primer lugar debe saber desde adentro las características de los productos que tendrá que manejar, en cuanto a peso, volumen, tipo de embalajes y fragilidad, para poder transmitirlo a quien serà su operador.
Para la empresa de logística es fundamental saber quién es el cliente y que nivel de servicio este requiere.
Asi mismo, necesita información sobre las zonas que deberá cubrir o bien las localizaciones que debería tener en cuenta en función de la demanda; el nivel de información que quien lo contrata desea tener y el nivel de precisión en el seguimiento de los envíos.
Es importante también determinar el riesgo que el emprendedor está dispuesto a correr por siniestros, y por sobre todo, su capacidad de adecuación a los requerimientos que tenga el operador logístico en función de su envergadura y profesionalización.
Por otro lado, y este es un aspecto no menor, hay que conocer la cultura, la comunicación y el nivel de respuesta del operador, para poder anticiparse a las posibles soluciones de los problemas que se pudieran presentar.
En función de toda esta tarea realizada, el emprendedor podrá llegar a la conclusión de cual o cuales son las empresas más adecuadas para realizar la logística de los productos que va a comercializar.
Lo más importante y como premisa previa a todo emprendimiento, es reconocer y aceptar el peso que la logística pasó a tener para el canal e-commerce.
Lo que antes no era un punto a evaluar, hoy pasó a ser determinante no solo para poder concretar la operación sino además brindar un buen servicio, que cumpla con lo ofrecido en tiempo y forma.