Los perfiles que tenemos en las diferentes redes sociales, son como ventanas que permiten conectarnos los unos con los otros.
Si estoy en Facebook, yo decido si te permito ser mi amigo o no, en Twitter, si quieres me puedes seguir o te puedo bloquear, en Google Plus, te enseño las publicaciones que yo quiero y las que no y así en cada una de las redes según sus características.
Estas nuevas ventanas forman parte de nuestra vida y cuando las abrimos son el reflejo de nuestra personalidad, gustos y actividades que damos a conocer a través de este importante canal de comunicación.
Si comienzo a seguir a alguna marca, las razones que me impulsan a hacerlo pueden ser muy variadas. Desde una simple intención de estar interesado por la información que me transmite, hasta que quiero conseguir esos descuentos exclusivos para fans, pasando por cualquier otro argumento de los muchos que puedan existir.
Sin embargo, y sea cual sea la motivación que nos lleva a seguir a una marca, es obvio, que esta conexión, es una indudable oportunidad para la empresa que se encuentra con una ventana abierta al día a día de nuestras vidas y que puede aprovechar con fines comerciales, pero deberá tener muy en cuenta que se encuentra en un medio llamado redes sociales donde lo que prima es la relación usuario-marca.
La empresa debe desarrollar las habilidades suficientes y saber “conectar” con ese usuario, ya que es él quien decide si quiere permanecer contigo o no, el que decide si quiere cerrar esa ventana o no.
Si llamas a la puerta de una casa y no te conocen, porque nunca habéis hablado anteriormente, lo más probable es que no te abran la puerta. Sin embargo, si antes has entablado algún tipo de conversación, las posibilidades de que esa puerta se abra, serán mucho mayores y ese es uno de los beneficios que encontramos en las redes.
El establecer, como uno de nuestros objetivos, el incremento de las ventas a través de este medio, es lícito y no debe ser rechazado, pero hay muchas maneras de hacerlo.
Presentar el producto de tu empresa, sin más que añadir, a tus fans y seguidores, e intentar que se venda, puede que no dé los resultados esperados. Sin embargo, si conseguimos “seducir” a nuestros seguidores con nuestro producto, seguramente mejoraran nuestros resultados.
Esta seducción se puede plantear de muchas maneras según el producto con el que estemos tratando, pero indudablemente si algo es capaz de seducirte, conseguirá llamar tu atención y grabarse en la mente del consumidor, convirtiéndose en el primer paso para su venta.
Algunas sugerencias para lograr esa seducción:
• Hazles sentir esos momentos que pueden vivir con tu producto: aventuras, buenos ratos con amigos, actividades diversas…..
• Enséñales lo que pueden conseguir con tus servicios y muestra tus diferencias.
• Emociónales y hazles sentir a través de tu producto.
• Destaca las ventajas competitivas que te hagan único y diferente.
• Involúcrate en su día a día y deja que formes parte de él: estas tratando con personas, trátales como tal y comparte sus vivencias.
• Utiliza el humor, es una fantástica arma de seducción que no suele fallar.
Buscar ese valor añadido a tu producto que lo convierta en algo especial y dedícate a mostrarlos de una manera creativa y original, puede ser el paso que necesitas para “seducir” a todos tus fans.