Cuando en el pasado 8 de marzo todas las marcas y empresas se lanzaron a hacer promesas y a publicar eslóganes sobre igualdad de género y sobre sus trabajadoras, nació una cuenta en Twitter que se encarga únicamente de retuitear esas promesas pero explicando si en esas compañías existe o no brecha salarial.
La cuenta opera en inglés – y las compañías que retuitea son mayormente británicas – pero rápidamente se hizo viral y fue retuiteada y mencionada más allá de su mercado de origen.
La cuestión es que, en los tiempos que corren, los consumidores no quieren promesas vacías. Si las marcas aseguran que están comprometidas con cuestiones de género, quieren que sea un compromiso real. Y un compromiso real implica pagar lo mismo a tus trabajadores, sin que se produzcan sesgos.
Las compañías arrastran desde hace mucho tiempo el problema de la brecha de género salarial. Ahora, ese problema se está trasladando al marketing con influencers. Puede que los influencers sean algo nuevo y muy vinculado a un entorno de reciente creación, como las redes sociales, pero algunos problemas se han importado desde otras áreas y se pueden convertir en el futuro en un problema grave para las marcas.
Los miles de millones que mueven cada año los influencers no se reparten de forma equitativa. Como concluye un estudio de Izea, que recoge Insider, en la economía de los creadores también hay brecha de género salarial. Aunque las mujeres son las influencers más habituales y quienes se llevan la mayoría de los acuerdos de colaboración, son los hombres quienes se están llevando los precios medios más altos.
El 85% de los patrocinios hechos en 2021, según las cuentas de Izea, fueron con mujeres influencers. Sin embargo, de media, los hombres ganaron un 30% más que las mujeres por cada post patrocinado que publicaron. Ellos ganan 2.978 dólares de media y llevan teniendo tarifas más altas los últimos cinco años.
Solo se han cambiado las cosas en la publicidad en stories de Instagram. Por primera vez desde que miden las diferencias salariales, las mujeres ganaron más que los hombres, con un pago medio de 962 dólares por una story patrocinada frente a los 609 que sacaron de media los hombres influencers.
Según las explicaciones de Izea, esta diferencia de precios está marcada porque también aquí las mujeres influencers producen más contenidos pero también porque su engagement en las stories es mucho más alto.
Las razones de esta brecha
Pero ¿por qué existe una brecha salarial de género entre los influencers, cuando el mercado es tan nuevo que todo se tuvo que hacer de cero?
El análisis de Izea apunta que la clave no está tanto en el mercado influencer como en lo que ocurre fuera de él. “Creo que refleja nuestra sociedad a un nivel más amplio”, asegura al medio estadounidense Ted Murphy, el CEO de Izea. “No hay todavía igualdad en términos de paga entre hombres y mujeres”, señala. Se sigue viendo una brecha y eso se replica en este nuevo entorno.
“Pienso que es algo sobre lo que los marketeros deben ser plenamente conscientes”, añade.
Fuente: Puro Marketing