En la última década, el área de IT de las empresas ha logrado un rol estratégico en la gestión de las compañías. A medida que crecen sus tareas y obligaciones, aumenta la inversión en su desarrollo, estructura e infraestructura, y consecuentemente impacta esto en la gestión presupuestaria y los recursos asignados a ella, así como en la gestión del presupuesto propio del área para responder a las necesidades de infraestructura de software y hardware de la organización.
