Los errores médicos se encuentran entre las principales causas de muerte. Según datos de la OMS los daños causados a pacientes ocupan el puesto 14 en la lista de causas de morbimortalidad mundial.
Recientemente hemos escuchado que 1 de cada 10 argentinos ha sido víctima de un error médico en algún momento de su vida. El 7% de ellos falleció y el 12% ha quedado con alguna lesión grave. Pero, ¿cómo hacemos para que esta problemática no quede solo en cifras y pueda traducirse en una mejora de la atención médica y una reducción de los riesgo de daños provocados por los excesos de la medicina?
Hoy en día, los errores se dan más por exceso de indicación que por déficit. Los más comunes son indicar una medicación equivocada, llevar a un paciente a quirófano cuando no corresponde, contraer una infección intrahospitalaria o al aplicar ciertos procedimientos médicos.
Si bien, es cierto que todo procedimiento conlleva un riesgo implícito y que la medicina no es inocua.
¿Cómo prevenir los riesgos y mejorar la calidad de atención?
La seguridad del paciente es un grave problema de salud pública en todo el mundo. La OMS ha generado guías para disminuir la cantidad de errores médicos. Pero también es importante que todos los profesionales médicos se encuentren debidamente preparados para intervenir cuando sea necesario.
Liderazgo, entrenamiento y práctica suelen ser palabras que no relacionamos con la salud, pero sin duda son conceptos que debemos revisar en el área médica, sobre todo ante situaciones de emergencia.
Un ejemplo de ello es el paro cardíaco. Cuando ocurre, sobre todo en el ámbito hospitalario, ser eficientes, rápidos y tener un trabajo coordinado es fundamental para salvar la vida. Y para lograrlo, debemos saber que esto se aprende y se entrena.
En una situación de emergencia cada persona tiene clara su función y conoce los materiales con los que trabaja, no pierde tiempo en tareas innecesarias, y todos trabajan con un mismo objetivo.
La Fundación Cardiológica Argentina cuenta con años de trayectoria entrenado al personal de salud en soporte vital cardiovascular avanzado (más conocido como ACLS, por sus siglas en inglés), y transmitiéndole no solo lo que hay que saber sino también la importancia de trabajar en equipo.
Aprender ACLS es vital para saber cómo actuar ante situaciones extremas y lograr salvar una vida. “Es sumamente importante que todo médico que está en un área crítica se encuentre entrenado en estas maniobras. Invito a todas las instituciones públicas y privadas, sanatorios, hospitales, centros de salud, a que se acerquen a la Fundacion Cardiológica Argentina y envíen a su personal a realizar los cursos de BLS y el ACLS que dictamos durante todo el año”, aseguró el Dr. Jorge Tartaglione, presidente de la FCA.