La información es poder, y como tal la ansían las marcas, aunque todavía no han aprendido a conseguirla y tratarla adecuadamente. Los consumidores están dispuestos a compartir sus datos personales, si con ello obtienen un mejor servicio.
Esto no implica que cedan sus datos de cualquier modo. De hecho están realmente preocupados por la privacidad de su información, según reflejan los resultados de la encuesta global de Infosys. El 75% de los consumidores afirma que la gran mayoría de empresas y retails no aprovechan la información que registran gracias a su comportamiento para ofrecerle información, contenidos, productos u ofertas personalizadas adaptados a sus intereses.
Esto supone una pérdida de oportunidades de negocio. El 78% de los clientes está dispuesto a comprar en aquellas tiendas que le muestren ofertas y promociones personalizadas, adaptadas a sus necesidades. Un 71% valora especialmente aquellas promociones recibidas en función de su localización.
Sin embargo, el hecho de que los consumidores quieran recibir una experiencia personalizada no implica que estén dispuestos a proporcionar todos sus datos, especialmente de sus redes sociales. El 81% de los clientes facilitaría gustosamente su dirección de mail, pero solo el 16% haría lo propio con su perfil social. Las empresas todavía tienen que avanzar mucho en este sentido, hasta conseguir ganarse la confianza de sus clientes.
En el sector medico los usuarios velan más por la seguridad de sus datos. A la hora de compartir su información más personal cara a cara, el 95% indica que no tiene ningún problema. Sin embargo, si hablamos hacer lo mismo vía online, esta cifra desciende hasta el 63%. En cierto modo aceptan la idea, pero en su mayoría todavía no se decididen a hacerlo. Si se trata de facilitar su mail, el 78% sí estaría dispuesto a hacerlo, mientras que un 66% compartiría su información móvil, pero únicamente el 17% compartiría su perfil social.
El estudio también recoge la opinión de los usuarios a la hora de compartir sus datos personales con las entidades financieras. Un hecho destacado es que el 82% de los encuestados confía en que su banco vigile cuidadosamente sus datos más importantes frente a cualquier tipo de fraude. De hecho, un 35% duda de si su banco realmente está haciendo un buen trabajo en este entido. Este punto es tan importante, que el 76% de los encuestados tiene claro que cambiaría de bando si la competencia le garantizara que su dinero va a estar más seguro.
En este sector también prima la intención sobre la realidad. Al 63% de los clientes les gustaría que su banco se comunicara con ellos con alertas vía móvil, aunque únicamente el 32% comparte con ellos este tipo de información. El paso necesario para conseguir esos datos es dar muestras de que son dignos de su confianza.
Como se puede observar, todavía existe cierta desorientación sobre la recogida, tratamiento y uso de la información. Las empresas demandan estos valiosos datos, pero no los aprovechan como deberían. De otra parte, los clientes demandan una experiencia personalizada, para lo cual estarían dispuestos a compartir sus datos, especialmente su mail o información móvil. Pero realmente no obtienen el beneficio prometido. Esto les lleva a mostrarse especialmente reacios a compartir la información de sus perfiles sociales. Todo es cuestión de confianza, de que los usuarios se sientan realmente seguros de que sus datos se van a tratar adecuadamente, y que con ello van a obtener ventajas, algo que todavía se resiste