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Estilo y capacitación del Gerente

Mucho se habla sobre la capacitación de los Recursos Humanos pero a veces se olvida que dentro de dicha definición hay que asumir también la capacitación de la estructura jerárquica a fin de lograr la mejora del desempeño de los gerentes y así tener mayores posibilidades de enfrentar los nuevos desafíos.

El tema pasa por un “programa” de cursos, talleres, convivencias, etc., que permitan alcanzar nuevos niveles de conocimiento y un cambio en las actitudes y posturas personales frente a los problemas, con el objetivo de mejorar la capacidad de la organización en cuanto a su desempeño futuro.

Este procedimiento es útil para reestructurar la pirámide organizacional promocionando ascensos en el personal y generando nuevas competencias en la dirección del negocio.

Para lograr esto se requiere tener en claro las necesidades gerenciales actuales y futuras, conocer la capacidad y talento con que se cuenta y un detallado análisis del recurso humano disponible que desee asumir una nueva responsabilidad.

Más allá del aprendizaje técnico específico, existen medios de capacitación probados como:

Conocimiento de todos los puestos: Este sistema -muy utilizado en el Japón- implica hacer rotar al postulante por todas “todas” las áreas y/o puestos, para que conozca a la organización desde los distintos ángulos y pueda entender las particulares necesidades en cada caso como así y descubrir áreas de su interés y preferencia.

La Sucesión: Método aplicado en la mayoría de los oficios, se basa en un “maestro” que tiene su “aprendiz” y este recibe entrenamiento directo por parte del primero. Así aquel que ocupará el puesto, trabaja y se capacita bajo la supervisión directa de la persona que va a reemplazar y este es el responsable del progreso en el aprendizaje.

Ateneos: Por medio de charlas y debates que se plantean específicamente, se busca proporcionar capacitación e información a los postulantes acerca de los procedimientos usuales de la organización y se los induce a generar soluciones ante problemas puntuales. Se busca trasladar experiencias, la visión de la empresa y la cultura organizacional.

Observando desde afuera: Se capacita al postulante llevándolo a analizar y proponer soluciones en áreas ajenas a la que pertenece. Esto estimula la participación, el entendimiento de la problemática de los departamentos colindantes y el pensamiento generalista –necesario en todo gerente.

Otros métodos de capacitación, pero ya fuera de la empresa, son los cursos que trabajan sobre el estudio de “casos” o ABP (aprendizaje basado en problemas). Esta metodología estimula la búsqueda de soluciones, el pensamiento lateral y el trabajo en equipo siempre sobre temas y situaciones reales o de gran factibilidad.

También se utilizan los juegos gerenciales donde mediante sistemas de simulación se recrean situaciones que exigen decisiones gerenciales en una realidad virtual.

No pueden obviarse en este listado los seminarios y programas de estudios dictados por universidades u otros organismos de educación que pueden implicar títulos académicos de grado y/o posgrado o cursos.

5 Competencias de Buen Gerente:
1. Es un gran comunicador.
2. Sabe de la importancia de la planificación.
3. Trabaja en equipo
4. Tiene un pensamiento sistémico y conciencia del plano estratégico.
5. Tiene buen manejo del personal

Una técnica también usada es la teatralización. Por medio de técnicas teatrales se pide al postulante que asuma un rol en una situación dada. Este método brinda hace ver el comportamiento del gerente y las consecuencias de sus decisiones; permite ver los errores y generar un modelo correcto de accionar.

Un paso más elevado de este modelo son los “juegos de guerra o simulación”, donde siguiendo los mismos principios se plantean situaciones y resultados generando liderazgo, responsabilidad, trabajo en equipo, etc.

No obstante todo lo expuesto, la dirección no debe olvidar que el gerente no es solo un compendio de conocimientos. Fundamentalmente es una persona y como tal, es pasible de sus emociones y aspectos psicológicos que influyen y alteran en positivo o negativo al grupo de trabajo.

Lo cierto es que la contratación de un gerente se liga con el lograr un efecto palanca donde un egreso (salario) en términos relativos elevado, logra mediante su gestión, multiplicar la rentabilidad de la empresa muy por encima de lo erogado.

Como antes se señaló, al margen de los títulos y nivel de capacitación, es relevante el plantearse que los distintos estilos de personalidad conllevan diferentes reacciones y resultados en el grupo humano. La motivación o el conflicto van de la mano de esta decisión, por ende, cada tipo de personalidad define aptitudes y actitudes adecuadas para un negocio y no para otro.

Por ello, se hace necesario definir muy ajustadamente los puntos débiles de la organización y los aspectos más vulnerables respecto del estilo de dirección ya que una mala decisión en este aspecto en la toma del gerente puede alterar en mucho la armonía social y la productividad de la empresa.

Y con esto cabe tener en claro 2 grandes conceptos:

El primero es que cada negocio o actividad requiere estilos de gerenciamiento distintos así, una consultoría donde la mayoría del personal es profesional exige un gerente diferente que el que debe actuar en una fábrica o empresa de transporte.

Y el segundo es que para cada etapa se requiere un estilo de dirección diferente.

Esto obliga a pensar que si la empresa esta pasando una transformación o transición seguramente un individuo hiperactivo y de gran tolerancia al trabajo bajo presión será el indicado. Pero, si la situación es de estabilidad, la hiperactividad atentará sobre la coherencia laboral lograda, desintegrándola y llevándola a una nueva crisis de resultado incierto.

10 Cualidades de un Buen Gerente:

1. Pone énfasis en la política, el método y los procesos.
2. Es competitivo y estimula la competitividad en su gente.
3. Le importa y estimula el desarrollo de su grupo.
4. Establece objetivos y prioriza los mismos.
5. Favorece la proactividad y las iniciativas.
6. Es participativo pero no pierde la autoridad y rol.
7. Es comprometido y genera el compromiso en su gente.
8. Favorece la comunicación en todos los sentidos
9. Sabe corregirse.
10. Es conciente de los costos pero más de la rentabilidad y los objetivos.
11. Define un tablero de control e informes para medir procesos y logros.
12. Gerencia el cambio y sabe delegar.

Lo concreto es que se requiere diferentes estilos para diferentes etapas en el ciclo de vida del negocio.

Lamentablemente, resulta muy difícil el saber con exactitud como afecta el estilo en los resultados de la organización.

Pero se debe ser concientes que el estilo de conducción es en un 70% el responsable del ambiente laboral y con ello se deviene la influencia que tiene este en la motivación y los resultados.

La autocrítica y el saber escuchar a los otros y a la organización en su todo son la única posibilidad que tiene el gerente para ajustar su actitud y sacar el mejor provecho de la situación.

Los errores en dicho campo generan grandes pérdidas (a veces registrables y otras no) y muchas veces producen conflictos a nivel humano facilitando así la pérdida de capacidades productivas, el detrimento de las ventajas competitivas y finalmente el quiebre de la empresa.