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Expectación y Polémica: Marketing para generar ruido

La publicidad siempre ha mantenido como principio el objetivo de comunicar y transmitir un mensaje con el que tratar de conectar con el consumidor.

Sin embargo la saturación publicitaria provoca que la cantidad de mensajes e impactos publicitarios aumenten hasta niveles en los cuales resulta difícil procesar tal información y en ocasiones sus mensajes resultan totalmente ineficaces.

Aunque la publicidad siempre se ha basado en los aspectos relacionados con la creatividad tradicional para generar mayor impacto o atención, quizás este tipo de recurso por sí solo sea insuficiente para conseguir la expectación deseada. Es por ello que la publicidad de nuestros días recurre a otros elementos y estrategias de Marketing complementarias que ayudan a multiplicar el efecto de la propia campaña publicitaria.

Crear expectación siendo polémicos parece garantizar la atención generalizada de los usuarios cuando el “contexto o contenido” del mensaje rompe los esquemas establecidos o se presenta de alguna forma poco convencional o provocativa para generar un mayor impacto. Esta es sin duda o una fórmula para generar el mayor ruido posible con la que la propia acción publicitaria adquiere un verdadero efecto viral.

Algunas compañías y marcas mantienen una filosofía estratégica basada en los principios de la polémica y aunque ello pueda considerarse una opción arriesgada, sus resultados reflejan que los objetivos marcados se culminan con gran éxito debido a la gran expectación originada.

Evidentemente el hecho de ser polémicos quizás pueda asegurarnos generar una mayor expectación aunque ello no implica ni quiere decir que nuestra imagen sea vea beneficiada.

Al margen de ello, podemos recurrir a rescatar alguna cita célebre y popular que quizás pueda ser considerada como la base fundamental del Marketing y publicidad basada en la expectación y la polémica:

“Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti”.
Oscar Wilde