Los empresarios tardan en promedio 11 meses en detectar una crisis y 17 meses en actuar. Como si esto fuera poco, además desaprovechan las oportunidades que ofrece esta situación para diferenciarse de sus competidores y hacerse más sólidas a largo plazo.
Así lo indica un informe difundido por la consultora Improven, que señala que para el 68% de las empresas, la reacción a las crisis llega “demasiado tarde” como para aliviar sus efectos, y que sólo el 32% de ellas actúa en la fase estratégica u operativa, cuando se pueden presentar soluciones.
El estudio también destaca que sólo el 47% de los máximos ejecutivos de las empresas han vivido situaciones de crisis, lo que provoca la falta de experiencia en este tipo de escenarios y lleva “habitualmente” a una incorrecta toma de decisiones, según informa la agencia EFE.
De acuerdo a Improven, el 64% de las firmas en situación de crisis necesita una financiación adicional y destaca el “poco uso” que se hace de herramientas muy comunes en l mayoría de los países, “como el capital riesgo especializado en reflotamientos o la deuda mezzanine -préstamos en los que el acreedor se hace con una parte de la propiedad de la compañía si éstas no amortizan la deuda-“.
El socio director de Improven, Eduardo Navarro, aseguró que lo importante para afrontar una crisis es centrar la atención “en lo que se sabe hacer y añadió que “el plan a ejecutar debe ser como máximo de un año, ya que lo más importante son los primeros cien días”.
En este sentido, el informe sostiene que resulta más efectivo eliminar unidades de negocio y clientes no rentables que los despidos de personal.
El estudio analizó 112 empresas con una facturación de entre 10 y 300 millones de euros.