Mark Zuckerberg, CEO de Meta, ha presentado una propuesta sorprendente ante los reguladores europeos: Facebook e Instagram podrían convertirse en servicios de pago para aquellos usuarios que deseen evitar el rastreo de su actividad en estas plataformas. Esta medida busca sortear las normas de privacidad de la Unión Europea, que podrían limitar la capacidad de Meta para ofrecer anuncios personalizados sin el consentimiento previo de los usuarios.
La propuesta detalla que los usuarios europeos podrían enfrentar suscripciones mensuales de hasta 13,4 euros (14 dólares) si optan por no permitir que la empresa rastree sus actividades para dirigirles anuncios personalizados.
Este enfoque de Meta recuerda a un episodio similar que ocurrió en 2021, cuando Facebook comenzó a mostrar avisos a los usuarios de dispositivos móviles iOS 14 de Apple. Estos avisos advertían que la información recopilada de otras aplicaciones y sitios web ayudaría a mantener Facebook gratuito.
En aquel momento, se calculó que Facebook generaba un promedio de 7,75 dólares por trimestre por cada usuario a través de su negocio de publicidad. Esto equivalía a unos 2 euros mensuales por usuario en todo el mundo, considerando todas las aplicaciones de la familia de Facebook (Facebook, Messenger, Instagram y WhatsApp).
La propuesta de Meta se ha compartido con reguladores de privacidad y competencia digital en Irlanda y Bruselas, y se ha presentado a otros reguladores de la privacidad en la Unión Europea para obtener sus opiniones. Meta planea implementar el plan, denominado “SNA” (suscripción sin anuncios en inglés), en los próximos meses para los usuarios europeos.
Los usuarios tendrán la opción de seguir utilizando Facebook e Instagram de forma gratuita, con anuncios personalizados y rastreo, o pagar por versiones sin anuncios de estos servicios. El costo sería de 10 euros al mes en computadoras de escritorio con una cuenta de Facebook o Instagram, con un cargo adicional de aproximadamente 6 euros por cuenta adicional vinculada. En dispositivos móviles, el precio ascendería a unos 13 euros al mes, teniendo en cuenta las comisiones de las tiendas de aplicaciones de Apple y Google sobre los pagos en la aplicación.
Esta propuesta plantea preguntas sobre la privacidad en línea y el modelo de negocio de las redes sociales. Los usuarios europeos ahora tendrán que sopesar si prefieren pagar por la privacidad o permitir que se rastree su actividad a cambio de servicios gratuitos. La situación sigue evolucionando, y estaremos atentos a cómo reaccionan los reguladores y los usuarios ante esta propuesta de Meta.