Casi una cuarta parte de las empresas cambió su objetivo de negocio para ajustarlo a objetivos sociales que atraen a los mejores talentos
Cada vez son más los CEO que creen que los profesionales solo se unirán y permanecerán en organizaciones que tengan valores sólidos que reflejen los propios, y que se centren en el beneficio de la sociedad.
Para el 69% de los más de 1.400 líderes empresarios entrevistados por la consltora PwC, el objetivo de su organización gira en torno a valores sociales.
Más aún: un 24% de los encuestados en 83 países cambió su objetivo de negocio en los últimos años para lograr ese objetivo.
Con la generación “Millennial” como guía -los jóvenes nacidos entre 1981 y 1995-, Fernanda Álvarez Apa, gerente de People and Change de PwC Argentina comentó que esta generación “está en la búsqueda de servicios, compañías y empleadores más responsables, y los CEO esperan poder satisfacer tales necesidades. El 75% de ellos está haciendo cambios en los valores y en los códigos de conducta y ética en respuesta a las expectativas de los grupos de interés”.
“Otro imán para atraer talento clave es la estrategia. Para el 67% de los CEO, en cinco años los talentos, en vez de apuntar a sueldos más altos, preferirán trabajar en organizaciones cuyos valores estén en línea con los propios”, añadió la directiva.
El 72% de los consultados está preocupado por la disponibilidad de habilidades clave, pero solo el 30% está enfocado en mejorar este aspecto en sus propios equipos.
“Y a pesar de que coinciden en que la tecnología es importante para satisfacer las expectativas de las partes de interés, solo 4% de los CEO reconoce el valor del análisis predictivo de la gente en su estrategia de talento”, continuó Álvarez Apa.
En este marco, apuntó que el desafío para los líderes de las compañías radica en saber por dónde comenzar, para crear una organización que no solo tenga un conjunto de valores y objetivos claros y convincentes, sino que esté en contacto con esos valores a diario.
La implementación de información sobre la fuerza de trabajo puede darle a una organización una ventaja competitiva en la gestión de talento. En PwC lo consideran ya indispensable para controlar y medir el impacto de los valores del empleador sobre los empleados.