Uno de los ejes que rige el desarrollo de la economía en Argentina y la región es la posibilidad de acceder a créditos. Una necesidad que se sostiene desde siempre como ecuación de desarrollo para las empresas, especialmente para las pymes y emprendedores que son quienes más dificultades tienen para conseguirlos.
La posibilidad de acceder al crédito depende de las condiciones y garantías que las entidades financieras solicitan. El nivel de detalle y burocracia de los requisitos, los largos y detallados formularios a completar, la cantidad de comprobantes que solicitan, hasta los balances y la biografía de la empresa desde los últimos cinco años de gestión, son algunos de los obstáculos con los que pequeñas y medianas empresas se enfrentan a la hora de querer conseguir un crédito y en muchos casos, los motivos por los que se quedan afuera.
En el marco de este contexto donde las pymes están siendo sub-financiadas, el crecimiento del mercado de la factura electrónica en el mundo deja vislumbrar una oportunidad: Hoy el 94.96% de las facturas electrónicas que están en el mercado no están siendo financiadas por nadie. Así es como surge un nuevo modelo de acceso al crédito, sin endeudamiento, que se respalda en el capital de trabajo. Se trata del modelo de financiamiento de facturas electrónicas en la nube, un modelo alternativo que facilita el acceso al crédito de forma rápida y segura, con formatos estándar de uso simple, al que pueden acceder todas las empresas de los distintos países de la región y del mundo globalizado.
Lo interesante de este sistema de créditos es que son las pymes quienes deciden sobre qué factura quieren recibir financiamiento, la ofrecen al mercado a través de una plataforma en Internet o desde el celular, y al ser un sistema abierto, los bancos y compañías financieras alineadas al proceso, compiten entre sí para ofrecer tasas diferenciales. Cada empresa tiene el poder de seleccionar el banco que mejor servicio le brinde y mejor tasa le ofrezca por su factura, opere o no con esa entidad, y así recibir de inmediato el depósito en su cuenta bancaria. Es un sistema rápido y seguro que permite la democratización genuina del crédito.
En el mundo, este modelo crece impulsado por varias entidades financieras como Banco Sabadell (EE.UU.), Banco Monex (México). Advanced Global Capital Fund (Londres) y en la región, la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Banco Mundial. En la Argentina ya participan bancos como Banco BIND, Banco CMF, Banco Roela, Banco BACS, Metrópolis Compañía Financiera, Unicred y Banco Comafi.
Este desarrollo evidencia cómo cada vez más la tecnología se convierte en un aliado que facilita el ordenamiento económico-financiero, en este caso con beneficios diferenciales para el crecimiento de las pymes, que son motor de la economía local y del nuevo mundo del trabajo.