Actualmente el sector del automóvil está viviendo una situación compleja. Desarrollar los vehículos del futuro supone un elevado coste que no todos los constructores pueden acometer. A ello hay que sumar las presiones que ejercen Estados Unidos y China, amenazando con aranceles la producción de los fabricantes. Por último, tenemos a Reino Unido y el Brexit, que están obligando a firmas como Ford a tomar decisiones drásticas.
Ford está viviendo una grave crisis interna. Los últimos balances contables muestran que sus operaciones no están funcionando todo lo bien que ellos habían previsto. Por ello, a fin de equilibrar las cuentas, necesitan reducir de forma significativa sus costes estructurales. De esta forma, y en vistas de los problemas que el Brexit les puede traer, habían anunciado que abandonarían el país cerrando algunos centros productivos.
Ford confirma el cierre de este centro para septiembre de 2020
Pues bien, Ford no ha esperado a saber si el Brexit se producirá por las buenas, o por las malas. Ha decidido que el centro dedicado a la producción de motores, situado en Bridgend, Gales del Sur, cerrará sus puertas en 2020. En concreto, la fecha prevista es el 25 de septiembre de dicho año. De esta forma, los 1.700 trabajadores que actualmente forman parte de la plantilla de este centro, perderán sus puestos de trabajo.
Según declaraciones del presidente europeo de Ford, Stuart Rowley:
“La compañía sigue comprometida con Reino Unido pero cambiar la demanda de los clientes y las desventajas en los costes, además de la ausencia de modelos de motores adicionales para el futuro de Bridgend, hace que la planta sea económicamente insostenible en los próximos años”
La situación de Bridgend, también, se agrava por el fin del contrato entre Ford y Jaguar Land Rover. Actualmente, se encarga de fabricar el motor AJ-V8 que montan ambas firmas. Uniendo esta situación a la caída de la demanda de los motores 1.5 GTDi y 1.5 EcoBoost, el futuro del centro está encaminado al cierre total. Aún así, hay voces que indican que podría tener futuro como planta encargada de la producción y ensamblaje de baterías y motores eléctricos. El problema está en la inversión que necesita y si la marca está dispuesta a ejecutarla.
Fuente: Actualidad Motor