Los viajes por autovías y autopistas han evolucionado mucho. Hace años era canso tener que recorrer cientos de kilómetros con el pie en el acelerador y pendientes de la velocidad, pese a que no había tanto problema con las multas y los puntos. Paulatinamente el control de crucero y el limitador de velocidad se fueron democratizando y hoy en día son algo que prácticamente la mayoría de coches equipan. Ambos son sistemas para no sobrepasar una velocidad máxima, pero con distinto funcionamiento.
Han llegado los controles de crucero adaptativos, que mantienen la distancia de seguridad con el vehículo de delante, e incluso los predictivos, como el del Honda CR-V, que se anticipan a la situación. Pero todos tienen un problema, y es que no saben si cambian los límites de velocidad. Los limitadores, por su parte, han evolucionado menos. Cuando circulamos con el limitador tampoco podremos pasar de cierta velocidad, pero los límites de la vía pueden bajar y nosotros estaríamos circulando a una velocidad superior, muchas veces sin darnos cuenta. Ford nos propone un sistema que actúa automáticamente en esos casos, el Limitador Inteligente de Velocidad.
Esta nueva funcionalidad debutará en el Ford S-Max de nueva generación, un modelo que fue presentado en el Salón de París. Su funcionamiento es muy simple, a la vez que realmente práctico para aquellos que no quieran sobrepasar los límites de velocidad.
El conductor marcará una velocidad máxima en el Limitador Inteligente de Velocidad, una velocidad que nunca será sobrepasada, salvo que en caso de emergencia pisemos el acelerador al fondo. Una cámara colocada en el parabrisas rastreará las señales de la vía y cuando vea que el límite de velocidad es menor al marcado, disminuirá la velocidad máxima permitida al límite indicado. Si posteriormente el límite se eleva, el sistema permitirá al vehículo aumentar la velocidad, pero nunca sobrepasará la máxima establecida.
Este sistema funcionará entre los 30 y 200 kilómetros por hora y decelerará suavemente cortando la inyección del combustible en lugar de usar los frenos. Si el coche se embala en una pendiente, emitirá un aviso acústico. Es una pena que esta funcionalidad no se aplique al control de crucero adaptativo, que sí podría actuar sobre los frenos y no obligaría a llevar el pie sobre el pedal del acelerador. En carreteras con mayor distancia entre señales, el sistema se apoyará también en los límites de velocidad indicados por el sistema de navegación.