Noviembre es el mes en que se festeja el Día Nacional de la Franquicia. Este año con una perspectiva distinta a la de los anteriores porque la franquicia representa un importante resguardo ante la crisis.
Como impulsor del Día Nacional de la Franquicia me toca, como cada año para esta época, hacer una salutación a las franquicias argentinas. Para el sector este fue un año especial, ya que por primera vez mostró sus conceptos en forma conjunta en el exterior, a través de un pabellón integrado por 8 empresas en la feria más importante del mundo de franquicias: la SIF & Co. en la ciudad de Valencia – España.
Pero no todo está tan bien. En esta oportunidad el contexto está signado por la crisis financiera internacional, por nuestra propia crisis del momento (primero el campo, luego la estatización de los fondos de las AFJP) inflación, falta de compromiso de los trabajadores y una constante mirada cortoplacista. Todos motivos de incertidumbre económica con riesgo de que desemboquen en menor productividad y en la pérdida de fuentes de trabajo.
Si el contexto es de crisis ¿por qué decimos entonces que la franquicia es el mejor resguardo?
He dividido la respuesta según el tipo de lector de que se trate, considerando que hay tres jugadores principales a quien puede estar dirigida esta nota: franquiciantes, franquiciados y potenciales franquiciados. Pero les será útil también a los futuros desocupados y a los comercios chicos e independientes.
Franquiciantes futuros la franquicia les permite crecer y ser más fuertes de la mano de la gestión y dinero de un tercero. Leyendo The Economist del 26 de octubre próximo pasado extraje lo que está pasando en el mundo, y nosotros formamos parte de él: “Los consumidores se están volviendo demasiado prudentes, gastan menos, por lo tanto, los negocios se ven afectados por la caída de la demanda, pero los más débiles están en problemas. Y aquellos que estén en un mercado altamente competitivo estarán muy próximos a caer. Todo se encamina a que los fuertes sean cada día más fuertes y los débiles más débiles”.
Franquiciados actuales: conocen perfectamente los efectos positivos de la economía de escala y aprecian sus bondades. A eso le suman su cada día mayor participación en la toma de decisiones de la red. Saben que veinte ojos, ven mucho más que dos.
Los potenciales inversores: la franquicia no garantiza éxitos comerciales, pero lo que es importante en épocas de crisis, es que reduce los riesgos de cualquier operación comercial. Los índices de mortandad de emprendimientos independientes son superiores al 90% antes del año, mientras que en franquicias estos ratios no superan el 10%.
También tenemos a comerciantes independientes que no quieran exponerse a la crisis y visualizan a la franquicia de conversión como una alternativa válida para afrontarla. Saben que la crisis conlleva limpieza y solo quedarán los más grandes o mejor preparados para afrontarla.
Existen posibilidades ciertas de perdidas de fuentes de trabajo como consecuencia de reducciones de personal que inevitablemente van a producirse. Y es aquí donde se presenta la gran oportunidad de la ansiada independencia en uno de los 60 rubros que franquician, buscando una actividad que le guste y por ser franquicia, con reducidos riesgos.
Como pueden apreciar, la franquicia es un traje que le sienta bien a la temporada de crisis. Y como dicen en Oriente la crisis es una oportunidad en el peligro. Aproveche estos momentos para hacer, mientras muchos se quejan y no hacen. Recuerde los muchos proyectos que surgieron en la crisis del 2001 y hoy son importantes empresas.
Por la franquicia argentina…..salud