La automotriz General Motors anunció pérdidas de 39.000 millones de dólares durante el tercer trimester del año, motivadas principalmente por efectos fiscales que supusieron una carga extraordinaria de 38.600 millones de dólares.
La pérdida fue la mayor sufrida nunca por la firma en un trimestre, y mucho mayor de las de 147 millones de dólares en el mismo periodo del año pasado.
La compañía financiera y antigua subsidiaria de GM, GMAC, contribuyó también a las pérdidas.
Los ingresos en el trimestre se cifraron en 43.800 millones de dólares, frente a los 48.900 millones en el mismo período de 2006.
El negocio europeo de la firma, con su principal marca Opel, registró también pérdidas millonarias: considerando deducciones fiscales y costes de restructuración como consecuencia de la reducción de personal, la filial europea registró un retroceso de 2.900 millones de dólares.
En el segundo trimestre, el negocio europeo con las marcas Opel, Vauxhall, Saab y Chevrolet había registrado beneficios de 236 millones de dólares.
El año pasado, Opel registró por primera vez en siete años beneficios tras un estricto programa de ahorro, y espera también este año obtener resultados positivos.