Este es el futuro de los videojuegos: sin consolas, en la nube, sin latencia y totalmente unificado entre todos tus dispositivos.
No nos cabe la menor duda que los videojuegos son la forma de entretenimiento más grande del mundo. Por lo tanto, nos emocionamos cuando Google, que es por lejos una de las compañías de tecnología más grandes del mundo, anunció que entraría al mundo de los juegos.
El año pasado Google mostró Project Stream: una prueba de concepto donde fue posible jugar Assassin’s Creed Odyssey a través de Chrome, a 60 cuadros por segundo y en 1080p, similar a otros servicios de streaming de videojuegos que ya existen, como PS Now o Gloud.
Sin embargo, la gran G se estaba guardando algo mucho mejor, y lo acaba de presentar en Game Developers Conference: Google Stadia.
Sin límites
Stadia es una plataforma de juegos via streaming: cada juego corre sobre servidores de Google y es stremeado de manera instantánea a cualquier plataforma que tengas en tu hogar, sin descargas y de manera sincronizada. Si estás jugando en tu teléfono y quieres pasar al televisor de tu casa, sólo abres el juego en la TV y estás jugando desde el punto en que lo dejaste en tu móvil, sin cortes.
Google asegura que este streaming usa la misma arquitectura del resto de sus servicios, con sus 7500 nodos de fibra óptica alrededor del mundo. Sobre esa arquitectura ya probada, Stadia usará servidores con unos impresionantes 10,7 teraflops de GPU basados en un chip AMD, que son capaces de soportar dos streams en 4K, a 60 cuadros por segundo y compatibilidad con HDR.
Esa capacidad estará disponible para todos los usuarios en el día de lanzamiento, y Google promete que el futuro tendrá juegos en 8K y 120 cuadros por segundo, usando el sistema de servidores de Stadia que puede escalarse dependiendo de las necesidades de cada juego.
El Stadia Controller
La compañía basada en Mountain View asegura que puedes usar el control que quieras para jugar en Stadia, pero agregó otro hardware para complementar: un control especialmente diseñado para la plataforma.
El Stadia Controller no se conecta a ninguno de tus dispositivos, sino que está conectado directamente a los servidores de Stadia -a través de Wifi- para minimizar la latencia del control y asegurar que el paso entre tus dispositivos o pantallas sea inmediato.
Este nuevo control incluye dos botones “adicionales”. El primero es Capture, que te permite compartir tu juego, en la misma calidad que lo estás jugando, a Youtube. El segundo es -y esta es una sorpresa- Google Assistant, que te ofrecerá ayuda o tutoriales para superar diversos obstáculos de manera totalmente conceptual.
Multijugador
Gran parte de la ventaja de funcionar sobre la arquitectura de Google es la centralización de los datos, y la compañía lo sabe. Al no existir tráfico expuesto al público o dependiente entre servidor y cliente, Google pudo reducir los tiempos de latencia para los juegos multiplayer al mínimo posible, y ya que los juegos funcionan sobre servidores y no de manera local, los hackers y cheaters en videojuegos deberían dejar de existir.
Por otro lado, la pantalla partida (split-screen) solía ser un dolor de cabeza para los desarrolladores, pero al ser una tecnología escalable, Stadia puede generar tantas instancias como sean necesarias para el mismo juego, con diferentes servidores manejando las múltiples cámaras.
Es un hecho que probablemente tendremos juegos Battle Royale con al menos mil personas en un futuro.
Soporte y fechas
Google no tuvo que buscar lejos para encontrar compañeros en la travesía por el futuro de los videojuegos. Toda la arquitectura corre sobre Linux y Vulkan, y tanto Unreal como Unity y el motor de física Havok ya están desarrollando compatibilidad con la plataforma.
La compañía de Sundar Pichai invitó a todos los devs a desarrollar en la nube, y si estás interesado en la plataforma ya se habilitó un sitio para saber más y postular para obtener un kit de desarrollo antes del lanzamiento.
Phil Harrison, General Manager de la tecnología, aseguró que estará disponible al público este 2019, al menos en Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y Europa.
Fuente: FayerWayer