No importa lo nutrido que esté nuestro currículo, si no aplicamos una inteligencia emocional en nuestro puesto laboral nuestra imagen se verá dañada de forma irreversible.
Esta inteligencia hace nombre al hecho de saber qué hacer y cuándo hacerlo en la oficina. Travis Bradberry, expert en Linkedin nos aclara algunos de los comportamientos que pueden estar acabando con tu reputación como profesional delante de tus compañeros.
Dar “puñaladas” en la espalda nos pasará factura a corto plazo: muchas de ellas será de forma involuntaria y con la intención de solucionar un problema pasajero, pero recuerda, nunca pases por encima de nadie.
Asimismo, cotillear no hará buen honor a tu nombre. No importa sobre qué sea o si es de alguien conocido o no, el acto de hablar sobre una persona ajena con esa tonalidad no hará sino hablar mal de ti.
Y quién no ha conocido a un compañero que clama constantemente lo cansado que está y lo mucho que odia su trabajo. Los jefes lo identificarán y probablemente intentarán que no mine la moral del grupo moviéndolo del puesto laboral.
Por último, algo tan irrelevante como llevarte la comida al escritorio puede ser causa de tirria ajena entre compañeros, sobre todo si este alimento tiene un olor fuerte que se propaga y molesta al resto.
Cuidado con esto, ya que según Bradberry “cualquier plato que trascienda olores deberá de quedarse en casa”.
