Cada vez son más las consultas y contrataciones de los servicios turísticos a través de internet en desmedro de los medios tradicionales, que son las agencias de viajes y turismo. La proporción actual es tres cuartos contra un cuarto a favor de las aplicaciones en la web. La figura del gasolero que iba con la familia a los hoteles sociales se mutó por la del ciber-paseante que prefiere reservar en alquileres temporarios en departamentos o casas, en lugar de alojarse en hoteles de tres estrellas para arriba. Una investigación del Instituto de Ciencias Sociales de Fundación UADE, con preeminencia de una franja etárea de 18 a 25 años, revela que 39,4% está muy interesado y 49,6% interesado (suman 89%) en manejarse con este tipo de aplicaciones para informarse primero y armar luego el propio viaje optimizando costos en función de los objetivos buscados. Nadie quiere ya pagar lo que no va a aprovechar ni lo que no disfrute. En cuanto a las plataformas web con alquiler temporario preferidas, 60% señala a Booking como la más conocida y la más utilizada.
Poco a poco, van quedando menos agencias de viajes del local a la calle o que funcionan en oficina, donde atienden personalmente, asesoran, combinan vuelos, emiten pasajes, gestionan financiación, documentación consular, hacen los check in, los check out, cambian moneda, organizan seguros, asistencia médica, ayudan a seleccionar hoteles, reservan habitaciones, consiguen un alquiler de auto, transportes terrestres, restoranes, excursiones y finalmente le entregan al cliente un sobre en mano con la hoja de ruta, los tickets conformados y toda la papelería en orden.
A veces, perciben una comisión del 1% por todo el servicio, pero la ganancia, de todos modos, está en el fee que le reconocen los hoteles y las compañías aéreas, o la obtienen de la venta al por menor de paquetes mayoristas de pasajes.
La conectividad a través de internet les empezó a complicar la existencia por el surgimiento de plataformas informáticas que le permitían a cualquier usuario armar su propio menú o apelar a intermediarios online como Despegar.com para reservar y pagar con tarjeta sin pararse de la silla.
La generalización de los dispositivos móviles como notebooks y smartphones generó aplicaciones para interactuar en movimiento con los prestadores de servicios e ir buscando oportunidades de último momento o promociones que abaraten el costo final de los viajes.
Hoy el 52% de las casas argentinas tienen internet y casi el 65% de la población usa este servicio, según el informe “El Estado de la Banda Ancha” que presentó la comisión para el Desarrollo Digital de la UNESCO y la Unión Internacional de la Telecomunicación. Argentina ocupa el puesto N°29 entre los países en vías de desarrollo.
Más gente navega la información y toma decisiones, como ocurre con sistemas de consumos múltiples como Mercadolibre, compañías aéreas, espectáculos, tiendas de libros ampliadas a multirrubros, como Amazon. No paga intermediarios.
Surge así sola la pregunta de si están las nuevas formas de contratación del turismo desplazando a las agencias de viaje.
Tres cuartas partes no tradicional
El Instituto de Ciencias Sociales de Fundación UADE desarrolló, por medio de su Observatorio de Opinión Pública, una investigación entre 780 personas, casi el el 70% mayores de 18 y hasta 35 años residentes en Argentina, con acceso a Internet (redes sociales), a fin de indagar las nuevas modalidades de alojamiento informales y temporarias ofrecidas a través de distintas plataformas web y su competencia con el formato de consumo tradicional.
Dio como resultado que solamente el 25,9% contrata servicios turísticos por medios tradicionales, mientras que 52,3% de los encuestados consulta y contrata por internet. Asimismo que el 46% de los encuestados elige un alquiler temporario en departamentos o casas.
60% señala a Booking como la plataforma web con alquiler temporario más conocida y más utilizada.
39,4% está muy interesado y un 49,6% interesado en consultar este tipo de aplicaciones.
En términos generales, los resultados muestran una fuerte propensión a utilizar internet para consultar y contratar los distintos servicios que se necesitan a la hora de planificar un viaje (alojamiento, traslado y excursiones).
Este tipo de modalidades se caracteriza por ser informal en relación a la hotelería tradicional principalmente porque no ofrecen servicios personalizados. Es una alternativa de alojamiento que ha cobrado relevancia y ganó lugar en todo el mundo a la hora que un turista necesita alojarse.
El estudio se orienta hacia lo que sucede con este fenómeno en Argentina, teniendo como grandes protagonistas Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), la ciudad de Rosario (Santa Fe) y la provincia de Córdoba.
Si bien el alquiler a particulares no es algo novedoso porque viene practicándose hace décadas, lo que ha cambiado con estas plataformas es la modalidad, ya que no hay intermediarios y las comisiones que cobran las distintas plataformas son muy bajas en función a lo que usualmente cobra una inmobiliaria.
La aparición de plataformas como Airbnb, Bemate, Homeaway, Couchsurfing, entre otras, está haciendo tambalear al mundo del negocio hotelero tradicional, no sólo desde los valores que establecen, sino también desde la falta de regulación para este tipo de emprendimiento.
En nuestro país no existe una ley a nivel nacional que los regule pero sí hay leyes o ciertas regulaciones y algunas provincias que buscan que haya un marco regulatorio desde lo legal y fiscal. Pero aún resulta difícil su implementación, lo que puede llegar a implicar un riesgo de competencia “desleal” y de economía sumergida, con eventuales perjuicios para los propios usuarios.
La Investigación
En las encuestas realizadas durante abril, mayo y junio de 2016 a fin de conocer la demanda emergente y sus preferencias a la hora de elegir un hospedaje al momento de planificar un viaje (alojamiento, traslado y excursiones) surge que, a la hora de viajar, el 52% consulta y contrata por internet los distintos servicios.
En el otro extremo, está el 4,6% que aún consulta y contrata por medios tradicionales, y en el medio los que se informan por internet pero contratan por agencias de viajes: el 21,3% del total de los encuestados.
Vía internet se accede en primera instancia al alojamiento tradicional (en un 75%) junto con transporte aéreo y luego el alquiler de departamentos o casas (38,2%), lo cual marca que aún la tendencia va hacia la hotelería tradicional.
El detalle al respecto es que 48% elige hoteles de 1 a 3 estrellas, con el que marchan muy parejos el alojamiento en casa de amigos o familiares y las cabañas, y 37% de 4 y 5 estrellas, sólo superado por el alquiler temporario en departamentos o casas: 46%, porcentaje muy cercano al hospedaje hotelero.
Las distintas plataformas web que trabajan con alquiler temporario son Airbnb (de alta ponderación en cuanto a la calidad del servicio), Couchsurfing, Homeaway, entre otras.
Pero Booking (buscador de hoteles, que recientemente incorporó lo relacionado a propiedades y tiene una página exclusiva al respecto llamada Villas.com), es la más conocida y la más utilizada, 60%, con un aceptable nivel de satisfacción por parte de los usuarios; dentro de las plataformas que ofrecen solamente alquiler temporario se destaca Airbnb, si bien el 33,5% indica que no ha utilizado o consultado este tipo de plataformas.
Las modalidades de alojamiento informal, de menor costo y mayor intercambio cultural con los anfitriones y la comunidad local, como los hostels, atraen a la mitad de los consultados, y otro 32% se manifiesta muy interesado.
