Ser un talento importante dentro del mecanismo empresarial se hace necesario para quien pretende ascender o crecer profesionalmente en su carrera. Así, tu presencia deberá de hacerse indispensable en la oficina, tarea que no es fácil pero que con unos hábitos y pautas puedes conseguir.
Aunque antes de nada, ¿qué es ser imprescindible? Alguien se vuelve necesario para el engranaje laboral cuando su ausencia puede afectar de forma negativa para la producción de la empresa. Algo que te posiciona como un privilegiado, alguien que tiene unos conocimientos o aptitudes que no tiene el resto. Ahora sí, ¿cómo diferenciarte?
Según Amy Hoover, presidente de Talent Zoo, el trabajador que quiera destacar deberá de hacer el trabajo útil, no el fácil. Es decir, un empleado puede mantenerse ocupado a diario en tareas superfluas mientras que otro puede decidir indagar más a fondo y comprometerse de verdad.
Una táctica importante para conseguir este propósito diferenciador es la de ocuparte de hacer el trabajo más fácil a tu supervisor o jefe inmediato. De este modo, cuando tu ausencia cale, tu jefe sabrá lo imprescindible que te volviste durante tu estancia.
Además, una habilidad útil y claramente beneficiosa es la de aprender un idioma que tu puesto laboral no requiera en sí mismo; es decir, que te aporte un extra sin que sea una necesidad que puedan evaluarte. De igual modo haz todo tu trabajo, pero tómate un ritmo sano y pausado que te haga aprender de tus errores, piensa que la oficina no es una maratón.
Por último, Hoover aconseja también el hecho de que el empleado que destaca es un compañero de equipo, que sabe moverse entre personas y que se compromete al mismo tiempo que está al día con las tecnologías y actualiado. Y lo más importante, ofrece soluciones. Alguien resolutivo es un valor añadido a la empresa del que difícilmente prescindan.