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Hipertensión arterial: una amenaza para el corazón

Cada 17 de mayo se conmemora en Día Mundial de la Hipertensión Arterial, y desde la Fundación Cardiológica Argentina queremos motivar la toma de conciencia sobre este mal que en Argentina duplica el riesgo de padecer infarto de miocardio en los hombres y lo triplica en las mujeres, según lo han demostrado estudios epidemiológicos como el FRICAS (Factores de Riesgo Coronario en América del Sur).

La hipertensión arterial (HTA) es uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular y uno de los más importantes de enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca, renal, entre otras. Estar atentos a su desarrollo es fundamental dado que es una enfermedad letal, silenciosa e invisible, que rara vez provoca síntomas.

En el mundo, las enfermedades cardiovasculares son responsables de aproximadamente 17 millones de muertes por año, casi un tercio del total. Entre ellas, las complicaciones de la HTA provocan anualmente 9,4 millones de muertes, siendo la causa del 45% de las muertes por cardiopatías y del 51% por accidente cerebrovascular. Asimismo, ya afecta a mil millones de personas en el mundo (40% de los adultos mayores de 25 años).

Su prevalencia se ha incrementado debido al aumento de la población, a su mayor expectativa de vida y a factores de riesgo relacionados con el comportamiento, tales como la dieta insana, el uso excesivo de alcohol, el sedentarismo, el sobrepeso y el estrés.

Según datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo efectuada en el año 2013, el 93% de la población adulta se controló la presión arterial al menos una vez en los últimos dos años, y de estos el 34% presentó HTA.

Por su parte, el Registro Nacional de Hipertensión Arterial (RENATA) observó una prevalencia de HTA del 33,5%, siendo mayor en hombres que en mujeres (41,7% y 25,7% respectivamente). Además de un aumento con la edad (yendo del 11,1% en mayores de 35 años al 68,5% en menores de 65); el 37,2% desconoce su enfermedad (44,66% hombres y 25,9% mujeres). De las personas hipertensas, el 56,2% se encontraban bajo tratamiento pero sólo el 26,5% de ellos estaban bien controlados (19,8% hombres y 36,8% mujeres).

Causas, diagnóstico y tratamiento de la hipertensión

Si bien al momento se desconoce el mecanismo que desencadena la hipertensión arterial más frecuente, denominada “hipertensión esencial”, “primaria” o “idiopática”; existen factores relacionados con la herencia, el sexo, la edad y la raza, poco modificables, que pueden incidir en su desarrollo. Además de otros que se podrían cambiar al modificar ciertos hábitos de vida, el ambiente, y las costumbres, como por ejemplo la obesidad, el sedentarismo, el consumo excesivo de alcohol y sal, etc.

Es importante tener en cuenta que la única manera de detectar la hipertensión en sus inicios es con revisiones periódicas. Mucha gente tiene la presión arterial elevada (>140/90 mmHg) durante años sin saberlo. El diagnóstico se puede realizar a través de los antecedentes familiares y personales, una exploración física y otras pruebas complementarias que no implican mayores complejidades.

En la mayoría de los casos la hipertensión no puede curarse, pero puede controlarse. En general debe seguirse un tratamiento regular de por vida para bajar la presión y mantenerla en valores óptimos. La medicación es sólo parte del tratamiento de la HTA, por eso es tan importante llevar adelante un estilo de vida que involucre el cambio de ciertos hábitos por otros más saludables.

Recomendaciones para pacientes con hipertensión

  • Reducir el peso corporal si tiene sobrepeso.
  • Reducir el consumo de sal a 4-6 gramos al día; consumir menos productos preparados, en conserva, y evitar emplear sal en la preparación de los alimentos y remplazarlo por especias y hierbas aromáticas.
  • Reducir la ingesta de alcohol.
  • Realizar ejercicio físico de moderada intensidad durante 30 a 45 minutos, al menos 3 veces por semana.
  • Reducir el consumo de café.
  • Abandonar el hábito de fumar.

La detección temprana, el tratamiento apropiado y el control de la hipertensión producen importantes beneficios sanitarios y económicos para la salud pública. Se puede disminuir el número de casos reforzando la necesidad de diseñar estrategias que contribuyan a mejorar el control de esta patología en nuestro país.