Con motivo del Día Mundial de la Hipertensión, que se conmemora el 17 de mayo, desde la Fundación Cardiológica Argentina adherimos a la fecha difundiendo un mensaje de concientización acerca de esta enfermedad tan frecuente en la actualidad.
Se estima que la hipertensión afecta al 35% de la población latinoamericana, siendo aún más preocupante el panorama si se tiene que en cuenta que su prevalencia aumenta con la edad. Asimismo, no hay que perder de vista que cuando se diagnostica tiene un control deficiente ya que solo lo hace el 25/30% de los pacientes hipertensos, y se calcula que la adhesión al tratamiento es del 20/30%.
¿Cuál es su impacto en el organismo?
La hipertensión arterial es la presión que ejerce la sangre sobre las arterias de diversos órganos del cuerpo. Por lo tanto, padecer esta patología aumenta proporcionalmente la incidencia de distintas enfermedades como el accidente cerebrovascular, el infarto agudo de miocardio, la insuficiencia cardíaca, la muerte súbita y cardiovascular. Es decir, es un factor de riesgo cardiovascular ya que aumenta la probabilidad de padecerlas.
De todos modos, es importante saber que el correcto control de los valores de la presión arterial se refleja en una menor incidencia y prevalencia de las enfermedades que genera este potente factor de riesgo.
En los últimos años, no ha habido novedades trascendentes en relación a nuevos tratamientos o fármacos. Pero, sí se visualizó que la terapéutica con medicamentos combinados con dosis bajas en un solo comprimido es una muy buena alternativa ya que mejora el cumplimiento terapéutico y hace que disminuya la toma de píldoras diarias. En general, estos pacientes se encuentran polimedicados porque padecen otros factores de riesgo coronarios como diabetes, dislipemia, entre otros.
Recomendaciones para actuar a tiempo
Es importante tener en cuenta que la única manera de detectar la hipertensión en sus inicios es con revisiones periódicas. Recurrir al médico para realizar chequeos anuales permite diagnosticar la enfermedad y llevar adelante un correcto tratamiento.
También, es fundamental mantener un peso adecuado, hacer actividad física y no abusar del consumo diario de sal. En la mayoría de los casos la hipertensión no puede curarse, pero sí controlarse. Por eso, en general debe seguirse un tratamiento regular de por vida en donde la medicación es sólo una parte del mismo. Llevar adelante un estilo de vida que involucre el cambio de ciertos hábitos por otros más saludables se vuelve imprescindible para tener más y mejor salud.