Por todos es sabido que en los últimos años muchas cosas han cambiado gracias a la aparición de Internet y particularmente de las redes sociales. Así, algo que nos parecía tan básico y constante como la forma en que las marcas se relacionaban con nosotros también ha evolucionado y lo ha hecho de una forma espectacular.
Estamos hablando por supuesto del ya famoso nuevo concepto de marketing acuñado por estas nuevas tecnologías, el Inbound Marketing o Marketing de atracción, una nueva forma de relacionarse con los clientes basándose en los principios de la seducción y la atracción sin ser intrusivos.
Tradicionalmente las empresas se relacionaban con los usuarios “acosándoles”, es decir, intentando dar a conocer sus productos a base de una publicidad intrusiva en los mass media como la televisión, la radio o los periódicos. Con la llegada de Internet el método no cambió y las bandejas de entrada de los usuarios se llenaron de publicidad de las distintas empresas. En un primer momento esto llegó a funcionar pero con el tiempo evidentemente los usuarios dejaron de abrir esa publicidad e incluso empezaron a “huir” de ella.
En un primer momento podría sonar un poco exagerado pero los datos proporcionados por el informe realizado en 2010 por una serie de empresas entre las que destaca Hubspot lo corroboran al afirmar que el 44% de esos usuarios no abrían los correos electrónicos que contuvieran publicidad o cómo el 86% de los televidentes cambiaba de canal cuando empezaban los anuncios en ése. El 84% de los jóvenes entre 25 y 34 años incluso dejaron de entrar en páginas web que les gustaban debido a la publicidad intrusiva que había en ellas.
Entonces, ¿Qué es el Inbound Marketing?
La premisa de la que parte esta nueva forma de relacionarse con los clientes es aportarles algo, no se trata de perseguirlos para que conozcan los productos de la empresa sino de todo lo contrario, aportarles información valiosa que haga que los usuarios decidan que quieren saber más sobre esa empresa y sus productos.
Este tipo de marketing se basa en una relación bidireccional en la que participen tanto usuarios como empresas y se relacionen entre sí, donde la empresa aporte ciertos valores a sus usuarios, tales como contenidos originales y educativos y logre de esa forma “engancharlos” a su marca.
Así, responder a los usuarios y actuar en consecuencia se ha convertido en la nueva filosofía del marketing. Se trata de un nuevo mundo en el que las marcas ya no compran la atención de los consumidores sino que tiene que ganársela. Para ello es evidente que el mejor medio son las redes sociales, lugar en el que se pueden generar conversaciones y en las que conocer a su vez las percepciones, opiniones, sugerencias y críticas de usuarios y consumidores. De este forma, queda claro que los vínculos y relaciones sociales hoy en día son más importantes que nunca.
Aunque parece que todo son ventajas cuando se utiliza este nuevo tipo de marketing, que además supone un gasto mucho menor a las empresas, lo cierto es que ahora tienen que “exprimirse un poco más el cerebro” para conectar con sus usuarios.
Tal y como lo señala el propio Óscar del Santo en su libro “Marketing de atracción 2.0” esta nueva fórmula basada en la atracción puede convertirse en un nuevo paradigma del marketing en un mundo condicionado por la fragmentación de los medios, la decreciente tolerancia hacia la publicidad tradicional y la imparable digitalización de nuestras vidas.
Las acciones intrusivas ya no funciona con el consumidor. No se puede recurrir al marketing agresivo cual sea nuestro fin u objetivo. En vez de tirar puertas abajo, la alternativa y la opción más acertada es saber que tipo de acciones y estrategias desarrollar para que sea el consumiro quien abra su puerta y acuda a nuestro encuentro.