El Instituto de Neurociencias Buenos Aires (INEBA) resalta la importancia de la prevención en las políticas de responsabilidad social de las empresas, poniendo su atención en el bienestar del capital humano. INEBA, a través de su servicio “Medicina Preventiva para Empresas” destaca que las políticas de responsabilidad social de las empresas incluyan y superen la selección de la obra social, inversión en mayor prevención y mejora en la calidad de los servicios médicos destinados a los empleados.
Las empresas en su mayoría carecen de políticas y programas de bienestar destinados a sus empleados. El plan de negocios debería explicitarlas, considerando que los costos directos e indirectos de la salud de los trabajadores están directamente relacionados con la productividad. “Cuidar a su gente debe ser parte de la estrategia en términos de responsabilidad social”, explica Silvia Mora, Directora de la Fundación INEBA.
Las Enfermedades no Trasmitibles (ENT), causan la mayor combinación de muertes y discapacidad a nivel mundial, representando alrededor del 60% de todas las causas de muerte. “El tabaquismo, la alimentación inadecuada, el abuso de alcohol y el sedentarismo son determinantes en este tipo de enfermedades, las cuales debemos resaltar, son evitables y prevenibles”, manifiesta el Dr. Fernando Cáceres, Director de INEBA. En Argentina, según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en 2009, la situación es preocupante: 54% con exceso de peso u obesidad, 35% presión arterial elevada, 30% tabaquista, 55% no realiza suficiente actividad física y sólo el 5% de la población ingiere diariamente la cantidad recomendada de frutas y verduras.
“La Responsabilidad Social Empresaria no sólo está relacionada con el impacto sobre la comunidad que tienen las decisiones que toma una empresa a nivel económico, ambiental y social, sino también con la corresponsabilidad, es decir, como colaboran para mejorar las condiciones sociales. Las compañías comparten el compromiso de brindar una mejor calidad de vida a sus colaboradores, eso significa, que no sólo deben proveer una obra social adecuada sino también colaborar activamente en su bienestar en general”, advierte Laura Gaidulewicz de Fundación INEBA. Es fundamental que los departamentos de Recursos Humanos posean información sobre los factores de riesgo de sus empleados a fin de implementar un programa de bienestar adaptado a las necesidades y al capital humano de su empresa en particular.
La prevención en salud es una acción individual pero debe ser una responsabilidad esencial de los sectores tomadores de decisiones al interior de las organizaciones. No alcanza con crear espacios libres de humo, favorecer una alimentación saludable y estimular la actividad física, también es necesario estimular desde el interior de las empresas la accesibilidad a evaluaciones médicas periódicas. Tanto los chequeos médicos como las encuestas sobre calidad de vida confluyen en lograr diagnósticos que permiten identificar enfermedades y poblaciones de riesgo. Cuando se conocen estos datos es posible desarrollar un plan que proteja al personal logrando su bienestar, lo que a su vez implica disminuir las bajas por ausentismo y mejorar la productividad de la empresa.
Sin lugar a dudas, la medicina preventiva lejos de ser un gasto para las empresas se convierte en una inversión en salud para mantener la competitividad.