Con la vorágine de los coches autónomos hemos pasado de que los fabricantes busquen pequeñas innovaciones que nos hagan la vida más sencilla al volante, como solución a los problemas de hoy en día, a intentar replantear el concepto de la conducción. No obstante, algunos fabricantes todavía apuestan por introducir pequeñas innovaciones mientras los coches autónomos empiezan a ser una realidad masiva y plausible, y de camino, ayudar al desarrollo de la tecnología que los hará posibles.
En este sentido, Audi ha puesto toda la carne en el asador para dotar de tecnología a su próxima versión de la inteligencia que gobierna sus coches. Y esta vez lo ha hecho de pensando también en otro de los actores que serán necesarios para el desarrollo del coche autónomo: las ciudades inteligentes. El fabricante de automóviles ha desarrollado una tecnología que, en comunicación con el sistema de tráfico de las grandes ciudades, es capaz de notificar al conductor el tiempo exacto que falta para que el semáforo se ponga en verde.
Pero… si en muchas ciudades ya hay contador de tiempo en los semáforos. Sí. Pero lo interesante de la tecnología de Audi es que se comunica con el conductor y con el coche, lo que permite al sistema automatizar el arranque y, por consiguiente, hace mucho más eficiente cada parada en términos de consumo de combustible, algo que podrá extender al coche autónomo para, sencillamente, impedir que se mueva si el semáforo está en rojo.
La nueva versión de la plataforma vehicle-to-infrastructure (V2I) de Audi se espera que llegue en algún momento de 2017, aunque tiene un problema añadido más: necesita la compatibilidad, en el mismo sentido, de la inteligencia de las grandes ciudades, algo que, a diferencia de la tecnología en el coche, está bastante atrás, pero es un paso importante. Y de ahí, a tener una ciudades 100% compatibles con el coche autónomo.