En febrero de 2024, Intel enfrentó una de las crisis más complejas en sus CPU, con miles de usuarios reportando problemas de inestabilidad en procesadores como el Core i9-14900K y Raptor Lake. Durante meses, la compañía ofreció soluciones parciales, pero el problema persistía. Ahora, una reciente actualización promete poner fin a la inestabilidad de cambio de Vmin.
Identificación de las causas del problema
A mediados de 2024, Intel ya había identificado que el problema estaba relacionado con voltajes incorrectos en el microcódigo de sus procesadores. Sin embargo, la actualización más reciente desglosa el inconveniente en cuatro factores clave, denominados colectivamente como “Inestabilidad de cambio de Vmin“.
En resumen, Intel ha detectado que un circuito del árbol de reloj dentro del núcleo IA es particularmente vulnerable bajo condiciones de alto voltaje y temperatura, lo que provoca inestabilidad en el sistema. Este hallazgo ha sido crucial para las actualizaciones que la compañía ha desplegado.
Cuatro escenarios de inestabilidad de Vmin
Intel ha abordado tres de las cuatro causas principales de la inestabilidad:
- Configuración de suministro de energía: Algunas placas base superaron los niveles recomendados de energía. Intel solucionó esto mediante sus perfiles básicos.
- Algoritmo eTVB: Permitía a las CPU operar a mayor rendimiento bajo temperaturas elevadas. Una actualización del BIOS en junio de 2024 corrigió este riesgo.
- Voltaje SVID: Un algoritmo de microcódigo exigía voltajes altos, causando inestabilidad. Este problema se resolvió en agosto de 2024.
La última causa se debe a que el microcódigo y el BIOS solicitaban voltajes elevados, incluso en tareas ligeras o en reposo, lo que finalmente provocaba el cambio de Vmin.
La solución definitiva
La nueva actualización de microcódigo, denominada 0x12B, corrige estas fallas, incluyendo las solicitudes de voltaje elevado. Aunque la distribución de la actualización de BIOS puede tardar en llegar a todos los usuarios, Intel asegura que esta solución no afectará el rendimiento de las CPU, basado en pruebas internas con herramientas como Cinebench R23, Crossmark y juegos como Cyberpunk 2077 y Shadow of the Tomb Raider.
Intel también ha confirmado que este problema no afecta a las CPU de generaciones anteriores ni a los portátiles.
¿Fin del problema?
Aunque es pronto para confirmar si esta es la solución definitiva, todo indica que Intel finalmente ha dado con la clave para resolver la inestabilidad en sus procesadores. Los usuarios de Core i9-14900K y otras CPU de alta gama ahora pueden estar más tranquilos y a la espera de las actualizaciones de microcódigo que estabilicen definitivamente sus equipos.
Este es un gran avance para Intel, que se asegura de seguir ofreciendo procesadores confiables y de alto rendimiento para sus usuarios más exigentes.