¿A quién no le ha pasado alguna vez, que yendo conduciendo por la carretera se ha topado con un bache con consecuencias negativas? Ante el estado de la calzada hay poco que el conductor medio pueda hacer, sin embargo, Jaguar-Land Rover está trabajando en una solución para poder evitar esos molestos desperfectos de la carretera.
Se trata de un sistema que es capaz de detectar la ubicación y la gravedad de los baches y compartir esta información a través de la nube con otros vehículos y con las autoridades pertinentes, para que el desperfecto sea arreglado cuanto antes. De esta manera se podrían evitar pinchazos u otros daños al vehículo, así como accidentes y otros siniestros importantes.
Para esta investigación se ha dispuesto de un Range Rover Evoque que utiliza unos sensores MagneRide. Estos van ‘leyendo’ la carretera y monitorizando la variación en la altura de la suspensión. Así el vehículo es capaz de ajustar los parámetros de la misma, para ofrecer la máxima comodidad y reducir el impacto.
Del mismo modo en la marca consideran esta tecnología de detección de la carretera de vital importancia. El desarrollo de la conducción autónoma sigue avanzando y este aspecto podría ayudar a mejorar la seguridad. Otra de las novedades es que se ha colaborado con el Ayuntamiento de Coventry para enviar la información con el estado de sus carreteras y proceder a su reparar lo que sea necesario, viéndose así beneficiados tanto los conductores como la corporación.